Navolato, Sinaloa a 24 de mayo, 2025.- Uno de los hombres más buscados por las autoridades mexicanas y estadounidenses fue abatido este viernes en Navolato, Sinaloa. Se trata de Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias «El Perris» o «El 27», presunto jefe de seguridad del grupo criminal “Los Chapitos” y considerado uno de los principales generadores de violencia en el estado.
El secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, confirmó el hecho a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter). De acuerdo con el funcionario, elementos del Ejército fueron brutalmente atacados cuando intentaban detener al criminal, lo que desató un fuerte enfrentamiento armado.
“Tras repeler la agresión y en legítima defensa, perdió la vida dicho sujeto”, informó Harfuch.
Un objetivo de alto perfil
Según autoridades estadounidenses, «El Perris» no era un criminal cualquiera. Se le señalaba como uno de los hombres clave dentro del aparato de seguridad de ‘Los Chapitos’, el grupo liderado por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. En concreto, se encargaba de la seguridad personal de Néstor Isidro Pérez Salas, alias «El Nini», y de coordinar actividades de fabricación y tráfico de fentanilo, una de las drogas sintéticas más letales que inundan Estados Unidos.
La gravedad de sus acciones lo llevó a estar en la mira del Departamento de Estado de EE.UU., que ofrecía una recompensa de hasta un millón de dólares por información que llevara a su captura.
Además, en abril de 2023, un gran jurado federal de Nueva York lo acusó formalmente de:
- Participar en una empresa criminal continua
- Conspiración de importación y tráfico de fentanilo
- Posesión de ametralladoras y explosivos
- Conspiración para lavado de dinero
Relación con hechos violentos en Culiacán
Harfuch también recordó que Figueroa Benítez fue uno de los principales orquestadores de las agresiones a autoridades durante el llamado “Culiacanazo” en 2019, un operativo fallido donde se intentó capturar a Ovidio Guzmán. Su nombre ha estado relacionado con homicidios, secuestros y múltiples actos de violencia que durante años han desestabilizado la región.
Con su muerte, las autoridades esperan un golpe importante a la estructura de seguridad de Los Chapitos, aunque aún quedan varios objetivos prioritarios dentro de este grupo delictivo.