Por Juan Pablo Ojeda
Estados Unidos ha reiterado su posición de no reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, calificando la toma de posesión de este 9 de enero como una «ceremonia de investidura ilegítima». En un comunicado oficial, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, condenó la reelección de Maduro, asegurando que este no tiene derecho a reclamar la presidencia y solicitó que Edmundo González Urrutia, al que considera el verdadero ganador de las elecciones de 2024, sea juramentado como el nuevo presidente de Venezuela.
La ceremonia de investidura de Maduro, celebrada en el Parlamento controlado por el chavismo, se da en medio de fuertes acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición, que asegura que los resultados del 28 de julio favorecieron de manera clara a González Urrutia. Ante esta situación, Blinken manifestó que el gobierno de Joe Biden no reconoce el «anuncio fraudulento» del Consejo Nacional Electoral (CNE), que proclamó la victoria de Maduro, y demandó una transición democrática encabezada por González Urrutia.
En su declaración, Blinken destacó que «Maduro claramente perdió las elecciones presidenciales de 2024» y subrayó el compromiso de EE.UU. con el regreso a la democracia en Venezuela, señalando que están dispuestos a apoyar este proceso.
Recompensas y Sanciones
Como parte de la presión internacional sobre Maduro y su régimen, Estados Unidos ha elevado a 25 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su captura, a quien se le vincula con el narcotráfico. Además, se ofrece la misma cantidad por información que ayude a capturar a Diosdado Cabello, ministro del Interior de Venezuela, y 15 millones por Vladimir Padrino, ministro de Defensa.
Desde que Maduro asumió el poder en 2013, la Administración de Biden ha impuesto sanciones económicas a 187 personas vinculadas al régimen chavista, y cerca de 2,000 individuos afines a Maduro han sido prohibidos de ingresar a Estados Unidos.
Alivio Migratorio y Apoyo a los Venezolanos
El gobierno estadounidense también anunció la extensión por 18 meses del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos que se encuentran en EE.UU., debido a la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela. Este programa, destinado a proteger a los inmigrantes venezolanos de ser deportados, subraya el compromiso de la administración de Biden con las aspiraciones democráticas y pacíficas del pueblo venezolano.
Antony Blinken insistió en que las voces de los venezolanos deben ser escuchadas y que sus votos deben ser respetados, reafirmando el apoyo de EE.UU. a la lucha por la democracia en el país sudamericano.