El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha dado un paso significativo en su lucha contra la migración irregular al desplegar al Cuerpo de Marines en la frontera sur, específicamente con México. Esta medida, anunciada oficialmente a través de un video publicado por la Casa Blanca, tiene como objetivo reforzar las labores de la Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) para evitar el ingreso ilegal de migrantes.

Este despliegue se lleva a cabo en cumplimiento con una de las promesas clave de Trump durante su campaña electoral. La decisión fue tomada el miércoles, cuando se desplegaron cerca de mil 500 efectivos militares en la frontera. El secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, autorizó el envío de tropas, helicópteros y personal especializado, así como analistas de inteligencia, para apoyar las labores de control, monitoreo y detección.

La implementación de este operativo también ha incrementado el número de fuerzas activas en el terreno. Según cifras oficiales, este aumento representa un 60 por ciento más de personal desde que Donald Trump asumió el cargo, consolidando su enfoque en la seguridad fronteriza como un eje central de su política migratoria.

The US Marine Corps Is On The Border Assisting CBP With The Mission To Secure America

Promise Made –> Promise KEPT! pic.twitter.com/t384DH1FDl

— The White House (@WhiteHouse) January 24, 2025

Por otro lado, el Pentágono también ha comprometido recursos para apoyar el transporte aéreo militar, que se utilizará en los vuelos de deportación de más de cinco mil «extranjeros ilegales» detenidos por las autoridades en ciudades clave como San Diego, California y El Paso, Texas. El gobierno de Trump ha dejado en claro que esta operación tiene como prioridad la protección de la soberanía nacional y la lucha contra la migración irregular, que considera una de las principales amenazas para el país.

Este despliegue ha generado críticas y apoyo por igual, mientras algunos consideran que es una medida necesaria para garantizar la seguridad en la frontera, otros cuestionan el impacto que tendrá sobre los derechos de los migrantes y la política de asilo en Estados Unidos.

Con este paso, el gobierno de Trump busca una vez más fortalecer sus políticas de seguridad fronteriza y hacer frente a lo que ha descrito como una crisis migratoria a lo largo de la frontera sur del país. A pesar de las divisiones internas en cuanto a la naturaleza de estas políticas, lo cierto es que el despliegue de los marines en la frontera marcará un nuevo capítulo en la estrategia migratoria de Estados Unidos.