Por Bruno Cortés
En el mundo de la política mexicana, hay propuestas que hacen ruido y otras que buscan verdaderamente transformar la realidad de los ciudadanos. Recientemente, el diputado Federico Döring Casar, del Partido Acción Nacional (PAN), ha lanzado una propuesta que, de ser aprobada, podría cambiar el panorama del transporte público en México, especialmente en la Ciudad de México.
Döring Casar ha sugerido que los directores de los sistemas de transporte masivo, como el Metro de la CDMX, sean designados por el Congreso de la Unión en lugar de ser nombrados directamente por la jefa de Gobierno. Según el legislador, esta medida permitiría que una comisión legislativa se encargue de evaluar y fiscalizar los perfiles de quienes ocupen estos importantes cargos.
El motivo detrás de esta propuesta no es menor. El diputado ha señalado que, en ocasiones, las personas que ocupan estas posiciones no tienen la capacidad o el compromiso necesarios, como ha sido el caso del Metro de la CDMX en años recientes. Para Döring Casar, las designaciones de figuras como Florencia Serranía y Guillermo Calderón han resultado en corrupción y negligencia. En particular, no ha dejado de recordar que Serranía, a pesar de estar implicada en el colapso de la Línea 12 del Metro, sigue de vacaciones, lo que él considera una falta de responsabilidad.
Durante el 55 aniversario del Metro, el diputado también hizo un llamado a Clara Brugada Molina, la jefa de Gobierno electa, para que el próximo director del sistema de transporte sea alguien con un perfil técnico, en lugar de político. La idea es que el nuevo líder del Metro se enfoque en el mantenimiento y la seguridad del servicio, por encima de los intereses partidistas.
Döring Casar no ha escatimado críticas hacia la actual administración del Metro, argumentando que mantener a Guillermo Calderón en el puesto sería un «nuevo crimen contra la ciudad» debido a la continuidad de prácticas corruptas del pasado. También recordó que Francisco Bojórquez, quien estuvo al frente durante la construcción de la Línea 12, dejó un legado de mala gestión y corrupción.
El legislador, junto con otros diputados de la bancada capitalina, se compromete a seguir empujando esta reforma con la esperanza de que los sistemas de transporte masivo en México dejen de ser noticia por accidentes o negligencias, y vuelvan a ser motivo de orgullo para todos los ciudadanos.