Diputados aprueban prohibición constitucional de cigarros electrónicos y fentanilo
Editor web Maya Comunicación 
CDMX a 3 de diciembre, 2024.- En un movimiento que ha sacudido el panorama de la salud pública en México, la Cámara de Diputados ha dado un paso audaz al aprobar reformas constitucionales que prohíben los cigarrillos electrónicos, vapeadores y el uso ilícito del fentanilo. Esta decisión, que ahora pasa al Senado para su revisión, marca un antes y un después en la lucha contra las adicciones y el narcotráfico en el país.
La reforma a los artículos 4 y 5 de la Constitución no solo prohíbe los dispositivos de vapeo, sino que también sanciona «toda actividad relacionada» con estos productos. Esto incluye la producción, distribución y venta de sustancias tóxicas y precursores químicos asociados.
La inclusión del fentanilo en esta prohibición no es casualidad. Danisa Flores, de Morena, señaló que el narcotráfico ha encontrado en esta droga sintética un negocio altamente lucrativo, convirtiéndose en una amenaza directa al tejido social y la seguridad nacional.
La discusión no estuvo exenta de polémica. Iraís Reyes, de Movimiento Ciudadano, llegó al extremo de vapear en plena tribuna parlamentaria como acto de protesta, argumentando que la prohibición atenta contra las libertades individuales.
El priista César Alejandro Domínguez Domínguez reveló datos preocupantes: en 2022 se registraron 430 casos de atención por consumo de fentanilo, un aumento significativo respecto a los 333 casos del año anterior. Las entidades del norte del país, como Baja California y Sonora, son las más afectadas.
Mientras algunos legisladores ven esta reforma como un paso decisivo en la lucha contra las drogas, otros, como la panista Paulina Rubio, la consideran una mera simulación, comparándola con «darle una aspirina genérica a alguien que tiene cáncer».
Esta reforma constitucional representa un cambio radical en la política de salud pública de México. Ahora, la pelota está en la cancha del Senado, donde se decidirá si estas medidas se convertirán en ley. Lo que es innegable es que el debate sobre drogas, adicciones y libertades individuales está más vivo que nunca en México.
