¿Diálogo con el crimen? La polémica propuesta que divide a los diputados
Por Bruno Cortés
En un giro inesperado de los acontecimientos, un diputado de Morena propuso abrir canales de diálogo con el crimen organizado para “pacificar al país”. Esto encendió la indignación entre los diputados del PAN, quienes no tardaron en expresar su desacuerdo de manera contundente. Federico Döring Casar, uno de los legisladores panistas, no podía creer lo que estaba escuchando. Mientras la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se niega a dialogar con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ahora se pretende tener pláticas con quienes han causado más de 190 muertes en Sinaloa en los últimos días. ¿En qué momento se pensó que sentarse a hablar con criminales era una buena idea?
La realidad es que, para muchos, esta propuesta no solo es absurda, sino que también parece ignorar el sufrimiento de miles de mexicanos. Döring, visiblemente molesto, destacó que la situación en lugares como Chiapas es tan crítica que muchas personas se ven obligadas a buscar mejores oportunidades en Guatemala. En su comunicado, dejó claro que los gobiernos de Morena han abandonado a estados como Guerrero, donde la seguridad pública no es una prioridad y los focos rojos están a la orden del día.
Ernesto Sánchez Rodríguez, otro diputado del PAN, no se quedó atrás y calificó la idea de dialogar con los líderes del crimen organizado como una “locura cínica”. Según él, esto solo distrae a la opinión pública de la trágica situación que se vive en lugares como Sinaloa, Chilpancingo y Chiapas. Para Sánchez, el hecho de que Morena prefiera hablar con criminales en lugar de buscar soluciones junto a los ministros de la Corte es un claro reflejo de las prioridades equivocadas de este grupo.
Los panistas también hicieron eco de un sentimiento creciente: bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, parece que algunos legisladores de Morena han adoptado la misma filosofía de “abrazos, no balazos”, una estrategia que ha sido criticada por muchos por no abordar las raíces del problema del crimen organizado. La sombra de esta política sigue presente y ha llevado a cuestionar qué tan serio es realmente el compromiso de Morena con la seguridad de los mexicanos.
Mientras la discusión continúa en el Congreso, queda claro que la propuesta de dialogar con el crimen organizado ha abierto un debate crucial sobre cómo se debe abordar la violencia en el país. ¿Es realmente posible encontrar la paz a través del diálogo con aquellos que han causado tanto daño? Las respuestas aún están por verse.