En el vasto universo de nuestras mascotas caninas, tradicionalmente se han distinguido dos categorías: perros de pura raza y mestizos. Sin embargo, un interesante grupo está ganando protagonismo: los perros crossbreed o mixtos. Estos animales, resultado de una cría selectiva y planificada, no son simplemente el producto de la mezcla aleatoria, sino de un meticuloso proceso por parte de criadores que buscan combinar características específicas de dos razas puras para obtener un perro con atributos particulares.
Los perros crossbreed, también conocidos como «perros de laboratorio», surgen de la cría intencionada entre dos progenitores de razas diferentes. Este método no es nuevo; de hecho, es la piedra angular en la creación de muchas de las 360 razas reconocidas oficialmente. Lo que sí es reciente es el enfoque en criar mascotas ideales para la vida doméstica, como perros que suelten poco pelo y sean aptos para alérgicos, iniciando con el caniche como uno de los progenitores principales.
Estos perros mixtos pueden variar significativamente en apariencia dentro de la misma camada, reflejando en mayor o menor medida las características de uno o ambos progenitores, y carecen de un estándar físico fijo y reconocible. Esto representa un desafío para su reconocimiento como raza oficial, pues requiere de una consistencia que los crossbreed no siempre pueden ofrecer.
La diversidad en el carácter de estos perros es otro aspecto notable. Mientras que la raza puede sugerir ciertos rasgos comportamentales, los perros crossbreed pueden heredar cualquier combinación de las características de sus padres, lo que resulta en una imprevisibilidad que puede ser poco relevante en mascotas domésticas, pero problemática en perros de trabajo.
El nombramiento de estos perros es creativo y directo, combinando los nombres de las razas de los progenitores: labradoodle (caniche y labrador), cockapoo (caniche y cocker spaniel), y muchos otros como schnoodle, bernedoodle y cavapoo. Cada uno de estos nombres encapsula la fusión de rasgos físicos y de comportamiento que los criadores buscan al seleccionar las razas para cruzar.
En resumen, los perros crossbreed representan una evolución fascinante en el mundo de la cría canina. Aunque no son reconocidos oficialmente como razas puras, su popularidad y la especialización de sus características los convierten en una opción cada vez más valorada entre quienes buscan un compañero canino con cualidades específicas.