En un giro culinario que ha capturado la atención de foodies y críticos por igual, la taquería El Califa de León, un establecimiento modesto ubicado entre los puestos de comercio informal de la avenida San Cosme en Ciudad de México, ha sido galardonada con una estrella Michelin. Este reconocimiento llega como una sorpresa deliciosa en la primera ceremonia de la Guía Michelin de México, celebrada el 14 de mayo en El Cantoral.
El Califa de León, famoso entre los conocedores locales por sus adictivos tacos de bistec, chuleta, costilla y, por supuesto, la gaonera —su creación emblemática— ha trascendido su ambiente informal para ser reconocido internacionalmente. Lo que hace especial a estos tacos no es solo la carne tierna o las tortillas hechas a mano que se sirven un poco más grandes de lo usual, sino la experiencia auténtica y sin pretensiones de comer de pie en un ambiente vibrante y un tanto caótico.
A pesar de su ubicación escondida y su decoración austera, que incluye un recorte de periódico enmarcado de un encuentro fortuito con Luis Donaldo Colosio, El Califa de León ha logrado convertirse en una referencia obligada para influencers, youtubers y ahora, para el mundo entero, gracias a la Guía Michelin.
En la ceremonia, donde también se reconoció a otros 16 establecimientos con una estrella y dos con dos estrellas, El Califa de León se destacó no solo por la calidad excepcional de sus ingredientes y la armonía de sabores, sino por reflejar la personalidad única de su chef, Arturo Rivera, en cada taco servido.
La gala no solo celebró el talento culinario mexicano sino que también marcó un momento histórico, mostrando la diversidad y riqueza de la cocina mexicana. Desde tacos hasta alta cocina, la Guía Michelin ha puesto el foco en México como un destino gastronómico de talla mundial.
Mientras El Califa de León sigue sirviendo sus famosos tacos, con precios que oscilan entre los $53 y $82 pesos, ahora con una distinción que los coloca en el mapa global, la taquería se prepara para recibir a más visitantes, tanto locales como internacionales, ansiosos por probar un pedazo de la historia culinaria mexicana.
Este reconocimiento no solo reafirma la posición de México en el panorama gastronómico internacional, sino que también celebra la cultura del taco como una forma de arte digna de la más alta distinción.