Por Bruno Cortés

El diputado Cuauhtémoc Blanco Bravo, representante de Morena, se mantiene firme ante las acusaciones en su contra y ha afirmado que está dispuesto a esperar a que la Cámara de Diputados resuelva el proceso de desafuero que enfrenta. En declaraciones recientes, aseguró que su conciencia está tranquila y que no teme lo que se pueda decir, pues considera que las acusaciones son infundadas. “Los diputados lo van a analizar, y el que nada debe, nada teme”, comentó, subrayando que no se adelanta a los hechos, ya que aún está en proceso de defenderse.

Blanco Bravo, quien también es conocido por su carrera como exfutbolista y actual político, dejó claro que las denuncias en su contra son completamente falsas. Insistió en que el caso está basado en acusaciones sin pruebas, las cuales son, según él, parte de una «guerra sucia» iniciada por el exfiscal de Morelos, Uriel Carmona. De acuerdo con el diputado, estas acusaciones no están vinculadas con su partido político, Morena, y las rechazó tajantemente. «Este es un caso personal. Yo no me escudo en ningún partido», afirmó.

Además de defender su inocencia, Cuauhtémoc Blanco anunció que tomará cartas en el asunto de manera proactiva. Reveló que está preparando una iniciativa para evitar que otras personas pasen por lo mismo que él, es decir, ser objeto de acusaciones falsas que puedan destruir su reputación. En particular, expresó su preocupación por los casos de abuso sexual y la posibilidad de que alguien sea acusado injustamente. «Vamos a defender a los hombres acusados con falsedad de declaración», puntualizó.

No se quedó ahí; Blanco Bravo también aseguró que este proceso no lo va a callar, y que si es necesario, tomará acciones legales. «Vamos a contrademandar», dijo, subrayando que no permitirá que su imagen sea destruida sin razón. En sus declaraciones, también aprovechó para aclarar que la persona que lo ha señalado no tiene relación con él: “Les digo de una vez, no es mi media hermana, no tiene nada que ver conmigo”.

En este contexto, Cuauhtémoc Blanco se muestra seguro de que la resolución del caso estará en manos de la Cámara de Diputados, pero también reafirmó que está dispuesto a llevar esta situación hasta las últimas consecuencias. Mientras espera la resolución, el diputado se mantiene firme en su defensa y continúa rechazando cualquier intento de vincularlo con una acusación que considera injusta.