Crean el primer eclipse solar artificial en el espacio: ¡la ciencia lo logra!

En un logro impresionante de la ciencia y la tecnología espacial, la Agencia Espacial Europea (ESA) anunció que su misión Proba-3 logró por primera vez crear un eclipse solar artificial desde la órbita terrestre. Lo más sorprendente: lo hicieron dos satélites volando en formación autónoma, a 150 metros uno del otro, y con una precisión de apenas un milímetro.

¿Cómo lo lograron?

La misión está compuesta por dos naves:

  • El Ocultador, que lleva un disco metálico de 1.4 metros de diámetro.
  • El Coronógrafo, un instrumento óptico llamado ASPIICS, que capta imágenes desde la sombra creada por el disco.

Ambos satélites volaron sincronizados para que el disco del Ocultador bloquease el Sol, generando una sombra de apenas 8 centímetros, justo en la lente del coronógrafo. Esto permitió obtener las primeras imágenes nítidas de la corona solar —la capa exterior del Sol— sin la interferencia del resplandor solar directo.

El eclipse fue generado de forma completamente autónoma, sin intervención humana en tiempo real, y a partir de ahora se podrá repetir cada 19.6 horas. El equipo científico busca extender su duración hasta seis horas por órbita.

¿Por qué es tan importante estudiar la corona solar?

La corona es la fuente del viento solar y de fenómenos como las eyecciones de masa coronal (CME). Estas explosiones pueden causar desde auroras boreales hasta fallas en sistemas de comunicación, navegación y redes eléctricas en la Tierra.

En mayo de 2024, por ejemplo, una CME provocó apagones parciales y afectaciones a vuelos y telecomunicaciones. Gracias a las observaciones de Proba-3, ahora se podrá predecir mejor cuándo y cómo ocurren estos eventos, lo que es clave para proteger la tecnología y la vida cotidiana en el planeta.

Tecnología de punta desde Europa

Además del coronógrafo, Proba-3 lleva otros instrumentos de vanguardia:

  • DARA (Radiómetro Absoluto Digital), que mide la energía emitida por el Sol.
  • 3DEES, un espectrómetro que analiza los electrones en los cinturones de radiación que rodean la Tierra.

El software COCONUT, desarrollado por la KU Leuven, ya está utilizando estos datos reales para alimentar modelos digitales del clima espacial. La ESA planea integrar esta información en su Centro Virtual de Modelado, que ayudará a anticipar afectaciones solares y a responder más rápido en caso de tormentas espaciales.

Lo que viene

Jorge Amaya, especialista en clima espacial de la ESA, explicó que este tipo de eclipses solo eran posibles durante eventos naturales muy escasos, pero ahora se podrán recrear de forma controlada y frecuente. La misión Proba-3 marca un antes y después en cómo observamos y entendemos al Sol.

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