La reciente captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, uno de los líderes más notorios del Cártel de Sinaloa, ha desencadenado un torbellino de especulaciones y versiones contradictorias. La falta de una narrativa clara sobre cómo se produjo su arresto ha alimentado un debate entre especialistas, medios de comunicación y autoridades, dificultando una comprensión unificada de los hechos.
Desde su detención el pasado jueves 25 de julio en Culiacán, las versiones sobre la captura de Zambada se han multiplicado. Testimonios de Frank Pérez, abogado del capo, junto con la información proporcionada por las autoridades estadounidenses, han dejado el caso envuelto en incertidumbre.
El estado de salud de Zambada ha sido un tema recurrente durante años, pero los detalles más recientes revelados por Anabel Hernández en su publicación «La historia secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa» añaden una nueva capa al misterio. Según Hernández, Zambada padece de diabetes controlada y de una rodilla que se inflama con frecuencia, requiriendo aspiración del líquido acumulado con regularidad. Esta información se suma a un cuadro clínico ya complejo y revela la fragilidad del líder criminal.
Por otro lado, los periodistas Ioan Grillo y Juan Alberto Cedillo, que han seguido de cerca la situación de Zambada, reportan que el capo sufría de cáncer, una condición que habría influido en su reciente visita a Culiacán. Según sus fuentes, Zambada llegó a la ciudad desde su escondite en las montañas de Durango alrededor de una semana antes de su arresto para recibir tratamiento médico y encontrarse con un político sinaloense de alto perfil. La información sugiere que Zambada habría estado en Culiacán para una reunión crucial, posiblemente con Joaquín Guzmán López, conocido como «El Chapito», y otros miembros clave de su organización.
Esta versión ha sido corroborada por un exmiembro del equipo de seguridad de Zambada, actualmente encarcelado, que sostiene que la visita a Culiacán estaba ligada tanto a necesidades médicas como a la estrategia interna del cártel.
Además, el Departamento Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) ha planteado dudas sobre el rol actual de Zambada al frente del Cártel de Sinaloa. En su informe «Evaluación Nacional de Amenaza de las Drogas 2024», la DEA cuestiona la capacidad de Zambada para liderar, dada su delicada condición de salud y la creciente ambición de los «Chapitos» para expandir su influencia dentro de la organización. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han proporcionado un diagnóstico oficial sobre las enfermedades que aquejan a Zambada.
Durante su primera audiencia el viernes 26 de julio, Zambada llegó al juzgado en silla de ruedas, y sus dificultades para mantenerse de pie evidenciaron las complicaciones de su estado de salud. Este aspecto añade otra dimensión al enigma de su captura, subrayando la frágil situación del capo y la complejidad de su contexto actual.
El enredo de versiones y la falta de información definitiva han creado un panorama confuso alrededor de la captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada. A medida que surgen más detalles y se resuelven los enigmas, el caso continúa siendo uno de los temas más discutidos y seguidos en el ámbito de la seguridad y el narcotráfico internacional.
Juan Pablo Ojeda