El término ortorexia fue descrito en 1997 por el médico Steven Bratman, quien la define como una obsesión compulsiva por una alimentación sana exagerada que puede llegar a conducir a la desnutrición, problemas cardiovasculares, anemia, osteoporosis y hasta la muerte.
Este trastorno alimenticio es ocasionado por el deseo de alcanzar una salud óptima sin importar los riesgos a los que se expone al cuerpo.
Gran pérdida de peso, mala calidad de vida, deficiencias nutricionales y otras complicaciones de salud están entre las consecuencias de este desorden alimenticio por omitir el consumo de importantes grupos alimenticios en la dieta diaria, según publica Quadratín Yucatán.
Para detectar si una persona padece ortorexia, Bratman enumera seis postulados. Si responde afirmativamente a cualquiera de ellos es probable que padezca de este trastorno:
1.Cuando ingiero cualquier alimento que considero poco saludable, siento ansiedad, culpa, impureza.
2.Con el tiempo, he ido eliminando más alimentos y ampliando mi lista de reglas alimentarias para mejorar los beneficios en mi salud.
3.Mi sensación personal de paz, felicidad, alegría, seguridad y autoestima depende excesivamente de la pureza y corrección de lo que como.
4.A veces me gustaría relajar mis reglas autoimpuestas de buena comida para una ocasión especial, pero no puedo.
5.Dedico tanto tiempo a elegir y preparar alimentos saludables que esto interfiere con otras facetas de mi vida.
6.Seguir mi dieta saludable me ha hecho perder más peso de lo adecuado y he presentado signos de malnutrición como caída del cabello o pérdida de la menstruación.
La OMS calcula que un 28% de la población mundial sufre este trastorno alimenticio considerado por los especialistas como una conducta obsesiva-compulsiva. Además, un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México concluyó que las personas que padecen este mal tienen un nivel de solvencia económica estable, ya que solo consumen alimentos orgánicos seleccionados que no contengan cualquier tipo de grasa, conservantes, productos animales, aditivos alimentarios y otros ingredientes que consideran poco saludables para su dieta.
Si bien este trastorno alimenticio puede ser tan peligroso como la anorexia, su diferencia está en que es un poco menos discriminatoria respecto a la edad y raza, pero puede ser tratada con terapias cognitivas-conductuales, tratamiento farmacológico y terapias psicológicas realizadas por profesionales.
Historias relacionadas
14 de septiembre de 2024