Ciudad de México, 07 de septiembre de 2022.- Uno de los factores que provocan obesidad y sobrepeso es la alimentación emocional; es decir, cuando se come por ansiedad, estrés, enojo o en reuniones sociales, sin medida o sin necesidad fisiológica. Por ello, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) estableció un esquema multidisciplinario conformado por especialistas en nutrición, medicina y psicología para tratar estos problemas de salud en la derechohabiencia.
Con el objetivo de fortalecer e impulsar la prevención, el director general, Pedro Zenteno Santaella, desplegó una estrategia para apoyar a la población a mejorar hábitos alimenticios y orientar sobre las prácticas que pueden evitarse para cuidar la salud.
Diversos estudios han identificado cinco factores principales de este concepto: la emoción, cuando sentimos felicidad o tristeza acudimos a consumir alimentos; familia, para acompañarlos en la hora de la comida o rituales dentro del círculo; indiferencia, falta de interés por el contenido nutricional y cuidado de la alimentación; cultura, para festejar alguna fecha, fiestas patronales o en comunidades; y efecto del alimento, cambios en el estado de ánimo antes, durante y después de comer.
Comer es un proceso biológico, social y también psicológico y obedece a las decisiones que tome el individuo de dos formas diferentes, tanto fisiológica como socialmente. La comida no sólo tiene que ver con nutrir a nuestro cuerpo, sino también con las relaciones que guardamos y la forma en la que nos cuidamos, nos queremos y nos aceptamos. Es importante que si detectamos alguna de estas cuestiones y no tenemos el control de los alimentos cuando nos sentimos de esta manera, busquemos ayuda de algún profesional, concluyó Calvo Rodríguez.
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