Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, señaló este lunes que aún no ha recibido una invitación para asistir a la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, programada para el 20 de enero de 2025. Durante su conferencia matutina en el Palacio Nacional, Sheinbaum destacó que aún falta tiempo para este acto protocolario y expresó que, en caso de recibir la invitación, evaluará su decisión de asistir.
“No hemos recibido la invitación todavía, vamos a esperar a ver si recibimos la invitación y ya tomaremos nuestra decisión”, indicó la mandataria.
La declaración de Sheinbaum se produjo en un contexto de creciente tensión por las políticas migratorias anunciadas por Trump, quien, como parte de su plan para abordar la crisis migratoria, ha propuesto deportaciones masivas de migrantes y continuar con la construcción del muro fronterizo con México.
Ante este panorama, la presidenta mexicana destacó que su gobierno está tomando medidas para reforzar la protección de los connacionales en Estados Unidos. Una de las estrategias implementadas es el fortalecimiento de los consulados mexicanos en la frontera norte para brindar apoyo legal y agilizar trámites a los migrantes. Sheinbaum también informó que ya se están tomando acciones para apoyar a los migrantes que puedan ser deportados, en colaboración con los gobernadores de los estados fronterizos.
“Ya tuvo una reunión la secretaria de Gobernación (Rosa Icela Rodríguez) el día de ayer en la mañana con los gobernadores de la frontera (norte), estamos colaborando y en su momento ya se presentará la estrategia”, declaró Sheinbaum, adelantando que próximamente se presentará un plan detallado para hacer frente a las posibles deportaciones masivas.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Migrante, que se celebra el 18 de diciembre, Sheinbaum anunció que su gobierno presentará un programa especial destinado a apoyar a los migrantes mexicanos en el extranjero. La mandataria reiteró su compromiso con la defensa de los derechos de los migrantes y subrayó que su administración seguirá trabajando en favor de los connacionales, independientemente de las políticas migratorias que implemente el próximo gobierno de Estados Unidos.
La postura de Sheinbaum se produce en medio de la confrontación con el presidente electo de Estados Unidos, quien ha declarado que continuará con la construcción del muro fronterizo y ha insistido en que la crisis migratoria impone una carga económica considerable para su país. El gobierno mexicano, por su parte, ha dejado claro que su estrategia se centrará en la cooperación y el fortalecimiento de las instituciones para proteger los derechos humanos de los migrantes.