Por Juan Pablo Ojeda
En la conferencia matutina del viernes 31 de enero, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, expresó su desacuerdo con el reciente plan del gobierno de Estados Unidos, que propone el envío de migrantes indocumentados a la base naval de Guantánamo, en Cuba. Este polémico plan fue anunciado por el presidente Donald Trump, quien firmó un memorando para habilitar hasta 30 mil camas en la instalación militar con el objetivo de detener a migrantes indocumentados.
Sheinbaum dejó claro que su gobierno está comprometido con la defensa del derecho internacional y la protección de los derechos humanos de los migrantes, reiterando que México no comparte la visión de tratar a las personas migrantes como criminales. «Nosotros siempre vamos a buscar que prevalezca el derecho internacional y la protección a los derechos humanos», afirmó tajantemente la mandataria.
El polémico plan de Trump
El pasado 29 de enero, Trump firmó un memorando que ordena al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU. habilitar hasta 30 mil camas en la base naval de Guantánamo para detener a migrantes indocumentados. Trump justificó esta medida como una forma de detener a los «peores inmigrantes ilegales criminales» que, según él, representan una amenaza para la seguridad de su país.
Durante un acto en la Casa Blanca, Trump afirmó que la nueva capacidad de detención en Guantánamo se destinaría exclusivamente a migrantes que califican como una «amenaza» para Estados Unidos, asegurando que el centro de detención de la base naval tendrá la capacidad para albergar hasta 30 mil personas.
El contexto de Guantánamo y las críticas a la medida
La base naval de Guantánamo, un enclave estadounidense en Cuba, es conocida principalmente por albergar una prisión destinada a sospechosos de terrorismo. Sin embargo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) también opera en la base un centro de detención para migrantes, en su mayoría provenientes de Cuba y Haití, interceptados en el mar por las autoridades estadounidenses.
Este plan ha generado una ola de críticas y preocupaciones a nivel internacional, especialmente por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos. La idea de trasladar a migrantes a una base militar para su detención ha sido calificada por algunos como una medida arbitraria y excesiva, que va en contra de los principios fundamentales de dignidad humana y derechos básicos.
Reacción de México y su postura frente a la migración
La postura de la presidenta Sheinbaum refleja la política migratoria de México, que ha buscado ser más humana y respetuosa con los derechos de los migrantes, al tiempo que defiende el cumplimiento de los tratados internacionales. En este sentido, México ha sido crítico de políticas migratorias que atentan contra la integridad y los derechos de las personas en tránsito, sin importar su estatus migratorio.
Además, Sheinbaum reafirmó que México continuará buscando soluciones diplomáticas para garantizar la seguridad y el bienestar de los migrantes, en línea con el respeto a su soberanía y a los principios de no criminalización de las personas migrantes.
Impacto regional y relaciones internacionales
La propuesta de Trump podría tener repercusiones en las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos, especialmente si se percibe como una medida unilaterales que afecta a migrantes que transitan por ambos países. Aunque la base de Guantánamo es parte de Cuba, la inclusión de México en este contexto podría generar un nuevo capítulo de tensiones diplomáticas.
El plan de detención en Guantánamo también podría afectar a las relaciones con otros países latinoamericanos que, como México, han abogado por políticas migratorias más inclusivas y respetuosas con los derechos humanos.