Por Juan Pablo Ojeda
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno tomará medidas para regresar a sus países de origen a los migrantes varados en el país debido a las nuevas políticas migratorias implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Durante su conferencia matutina, la mandataria detalló que se buscarán los mecanismos apropiados a través de la política migratoria y la política exterior, especialmente con los países de Centroamérica, Cuba y otras naciones latinoamericanas.
«Buscaríamos los mecanismos a través de la política migratoria y la política exterior de retorno a sus países de origen. Por ejemplo, ya existe un acuerdo con Guatemala y prácticamente con todos los países centroamericanos, e incluso hubo una reunión el viernes pasado para ello. También hay acuerdo con Cuba», declaró Sheinbaum.
En respuesta a las nuevas restricciones migratorias impuestas por el gobierno de Trump, que incluyen la reinstauración de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), conocidos como el programa ‘Quédate en México’, Sheinbaum insistió en que el gobierno mexicano brindará atención humanitaria a los migrantes afectados, pero aclaró que México no se hará responsable de la deportación de los migrantes indocumentados.
«El gobierno de Estados Unidos debe deportar directamente a los migrantes a sus países de origen, no a territorio mexicano», subrayó Sheinbaum, quien también señaló que las autoridades mexicanas están dispuestas a apoyar el retorno de los migrantes, en especial aquellos que quedan atrapados debido a la cancelación de la aplicación CBP One de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU.
Además, Sheinbaum dejó claro que su administración está lista para enfrentar las posibles deportaciones masivas que puedan afectar a México, un país que alberga a una gran parte de los migrantes que buscan cruzar a Estados Unidos. También destacó que las remesas enviadas por migrantes representan una parte significativa del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
“Es importante que los migrantes comprendan que, como lo hemos dicho desde que llegamos al gobierno, si llegan a la frontera no podrán ingresar a Estados Unidos, pero serán atendidos en México por razones humanitarias”, agregó Sheinbaum.
La mandataria reiteró que la prioridad de su gobierno es proteger a los migrantes bajo principios de respeto y dignidad, pero que las decisiones sobre las políticas migratorias de Estados Unidos deben ser acatadas por México en un marco de cooperación, sin comprometer la soberanía del país.