La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha emitido una advertencia sobre los posibles daños a la independencia judicial en México tras la aprobación de la Reforma Judicial, una iniciativa impulsada por las autoridades mexicanas. La CIDH ha expresado su preocupación por la rapidez del proceso legislativo y la falta de un diálogo amplio y participativo que involucre a toda la ciudadanía.
En un comunicado oficial, la Comisión destacó que cualquier reforma de esta envergadura debe ser diseñada y discutida de acuerdo con la Convención Americana sobre Derechos Humanos y los estándares interamericanos sobre la independencia judicial y el acceso a la justicia. En este contexto, la CIDH subrayó que la reforma debería estar enfocada en resolver los problemas de impunidad y corrupción, desafíos históricos que México enfrenta en su sistema judicial.
La celeridad con la que se ha tramitado la Reforma Judicial fue uno de los puntos más criticados por la CIDH, ya que, según la Comisión, esta velocidad ha impedido que se consideren adecuadamente las críticas de la sociedad civil, evidenciadas en las recientes manifestaciones en contra de la reforma.
“Una reforma constitucional de esta magnitud debe ser fruto de un diálogo informado y participativo, y debe activar los mecanismos institucionales de participación ciudadana», señaló la Comisión. Asimismo, la CIDH condenó las descalificaciones públicas que algunas autoridades han dirigido hacia jueces y magistrados que expresaron opiniones críticas sobre la reforma, argumentando que esto pone en riesgo la independencia de los operadores de justicia.
La Comisión Interamericana instó a las autoridades mexicanas a garantizar que toda modificación en el sistema judicial se realice conforme a los estándares internacionales en materia de derechos humanos. Estos estándares buscan asegurar una justicia expedita y efectiva, que proteja a todos los sectores de la sociedad sin discriminación.
La CIDH también exhortó al gobierno mexicano a establecer espacios de diálogo real con todos los sectores involucrados, permitiendo una discusión genuina que asegure la participación de los interesados, especialmente en un contexto de conflictividad social como el que ha generado la reforma.
Como parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la CIDH tiene el mandato de promover y defender los derechos humanos en la región, actuando también como órgano consultivo en estas materias. Su rol es esencial para garantizar que las democracias latinoamericanas, incluido México, respeten los principios de justicia, igualdad y Estado de Derecho.
Con este llamado, la CIDH busca que México replantee la manera en que se está llevando a cabo la reforma, priorizando la transparencia, la inclusión y el respeto a las normas democráticas.