El Palacio de Bellas Artes, joya cultural de México, se llenó de música y emoción al conmemorar su 90 aniversario con la interpretación de la icónica Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven. Este evento, que también celebró los 200 años de la obra, tuvo lugar en una noche mágica, marcada por el entusiasmo de un público que no escatimó en aplausos para reconocer el talento de los artistas.
La Compañía Nacional de Ópera, junto al Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, ofreció una velada inolvidable bajo la batuta de los directores Iván López Reynoso y Alfredo Domínguez. Entre los destacados solistas se encontraron la soprano Mariana Echeverría, la mezzosoprano Belem Rodríguez, el tenor Edgar Villalva, y el barítono Alejandro Paz Lasso, quienes deslumbraron al público con sus potentes y emotivas interpretaciones.
Este concierto no solo conmemoró el aniversario del Palacio, inaugurado el 29 de septiembre de 1934, sino que también rememoró la rica historia de la Novena Sinfonía, que se estrenó en México el 6 de noviembre de 1910. Considerada una de las obras más interpretadas en el mundo, su famoso cuarto movimiento, con el famoso “Himno a la Alegría” de Friedrich Schiller, ha resonado en eventos más allá de lo musical, incluyendo películas y ceremonias deportivas.
El emotivo ambiente de la noche se intensificó cuando el violonchelista Jaime Rodamilans Burgues se despidió del escenario tras 40 años de carrera. Sus compañeros de la orquesta le rindieron homenaje interpretando las tradicionales Golondrinas, mientras el público aplaudía en reconocimiento a su legado musical.
El musicólogo José Octavio Sosa destacó que la Novena Sinfonía no solo es una obra monumental, sino también una innovadora fusión de música sinfónica y voces solistas, un hito en la historia de la música clásica.
La celebración culminó con un fervoroso aplauso del público, quienes vivieron una noche que resonará en sus corazones, recordando el legado del Palacio de Bellas Artes y la música eterna de Beethoven.