La carne cultivada en laboratorio, también conocida como carne de origen celular, ha estado en el centro de las noticias recientes debido a su potencial para revolucionar la industria alimentaria. Este artículo explora qué es la carne cultivada, cómo se fabrica y los desafíos que debe superar para llegar a los supermercados europeos.
¿Qué es y cómo se produce la carne cultivada en laboratorio?
La carne cultivada en laboratorio se refiere a la carne desarrollada a partir del cultivo de células animales, evitando la necesidad de criar y sacrificar animales vivos. A diferencia de las hamburguesas vegetales, que utilizan proteínas de origen vegetal, la carne cultivada es carne real creada a partir de células madre animales.
El proceso de producción consta de cuatro etapas principales:
- Obtención de células madre: Se extrae una muestra de células madre de un animal vivo. Estas células tienen la capacidad de transformarse en diferentes tipos de células especializadas, como las musculares o las adiposas.
- Cultivo en biorreactores: Las células madre se cultivan en biorreactores, que recrean un entorno adecuado para su crecimiento, proporcionándoles los nutrientes necesarios para multiplicarse.
- Diferenciación celular: El medio de cultivo se ajusta para que las células se diferencien en los componentes principales de la carne: músculo, grasa y tejido conjuntivo.
- Andamiaje: Las células diferenciadas se organizan en una estructura comestible que facilita la formación de la carne en la forma deseada, ya sea un filete o carne picada.
Los desafíos de la carne cultivada
A pesar de sus beneficios potenciales, la carne cultivada enfrenta varios desafíos antes de ser aceptada en el mercado. Entre los principales están:
- Bienestar animal: Aunque la producción de carne cultivada podría reducir la necesidad de sacrificar animales, actualmente depende de células madre de animales vivos y suero fetal bovino (FBS), un componente que se obtiene de mataderos.
- Seguridad alimentaria: La carne cultivada puede ser más segura al no estar expuesta a bacterias como E. coli y Campylobacter, pero aún se necesita una evaluación exhaustiva de seguridad antes de su comercialización.
- Sostenibilidad: La producción de carne cultivada podría ser más sostenible que la ganadería tradicional en términos de uso de recursos, pero plantea desafíos en cuanto a las emisiones de CO2 y el alto consumo de energía.
¿Será aceptada por los consumidores?
La aceptación del consumidor será crucial para el éxito de la carne cultivada. Actualmente, muchos consumidores son reacios a esta innovación, prefiriendo opciones de origen vegetal. Sin embargo, a medida que se desarrolle más investigación y se prueben más productos, la percepción podría cambiar.
Conclusión
La carne cultivada en laboratorio representa una prometedora alternativa a la carne tradicional, con el potencial de mejorar el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. No obstante, aún hay muchos desafíos por superar antes de que estos productos lleguen a las estanterías de los supermercados europeos.