BiAtch Danza Lab, compañía fundada en 2012 por Zahaira Santa Cruz Arvizu, es un laboratorio artístico cuyo campo de investigación es el cuerpo y el espíritu humanos como punto de partida para explorar, experimentar y crear.
En entrevista Zahaira cuenta que la compañía busca una expresividad distinta con cuerpos de actores que realicen acciones, pero que se relacionen de forma distinta con la danza, no necesariamente de forma académica “queremos explorar y experimentar con las infinitas posibilidades del cuerpo y el espíritu humanos a través del teatro y la danza”.
Con la inquietud de mostrar y experimentar con las sensaciones y emociones del ser humano, Zahaira comenta que aborda temáticas con las que expone el reflejo de la sociedad, comparte visiones, emociones, posturas ante el contexto actual de México y el mundo, a través de un lenguaje suave, delicado, pero también contundente, fuerte y desafiante, cuando se requiere.
La Compañía BiAtch Danza Lab la encabeza el binomio compuesto por Zahaira Santa Cruz y Tiffany Solís, ambas coreógrafas, bailarinas y docentes de la Universidad de Sonora, donde se encontraron. “Hicimos un extraordinario match Tiffany y yo desde el inicio, y desde que trabajamos con la coreografía Black Silver, no hemos dejado de trabajar juntas”, resalta Zahaira.
Menciona que también han trabajado con otras artistas en proyectos en favor del empoderamiento femenino y en contra de la violencia de género, mismos que tocan en su última producción titulada Bravía, puesta en escena que toma de partida a Catalina, personaje de Shakespeare en La fierecilla domada.
Cuenta que esta puesta en escena, la cual actualmente tendrá nuevas presentaciones en Hermosillo y Xalapa, contó con el asesoramiento y apoyo en la dramaturgia de Abraham Santaolaya Cortez, quien en su momento también formó parte de BiAtch Danza Lab como actor.
La dinámica de trabajo de BiAtch Danza Lab es colaborativo, se propone el proyecto y dependiendo del mismo se busca o se convoca a quienes puedan participar.
Por el momento están montando la coreografía Identidades, en la que se habla de la diversidad de identidades de los individuos. En este montaje Zahaira tiene el rol de coreógrafa y directora y los participantes son egresados de la carrera de Artes Escénicas de la Universidad de Sonora.
“Lo interesante es que poco antes en 2018 los estudiantes se empezaron a interesar por realizar sus prácticas profesionales con BiAtch Danza Lab, lo que se convierte en algo muy motivante porque ahora estoy buscando que BiAtch se convierta en una plataforma para los jóvenes que tengan esta inquietud de crecer como intérpretes”.
La dualidad danza-teatro es y seguirá siendo la esencia de BiAtch, comenta la coreógrafa, porque asegura que el texto se dice con el cuerpo, porque hay claridad del lenguaje más allá de una técnica, “por eso busco el rompimiento de la preocupación del bailarín por hacerlo de tal o cual forma, no es que no importe la técnica, sino que me interesa que vayan más allá de una forma, es abordar otro tipo de contenido y otra manera de estar en la escena, lo veo como una fusión y un interés de hacer ambas cosas” recalca la entrevistada.
Entre las piezas de BiAtch Danza Lab se encuentran Run like a girl, que habla sobre diversas temáticas con base en testimonios de mujeres que fueron violentadas; Estado de descomposición y Hoy no muero, ambas con el tema centrado en los impulsos frenados por la sociedad hacia el comportamiento femenino.