Un grupo de arqueólogos japoneses y peruanos ha descubierto la tumba de un sacerdote de 3.000 años de antigüedad en el sitio arqueológico Pacopampa, en la región Cajamarca, al norte de Perú.
El hallazgo, anunciado el sábado por los investigadores, es considerado uno de los más importantes de los últimos años en el país andino.
La tumba, intacta, fue descubierta en un pozo circular de tres metros de diámetro y un metro de profundidad. El cuerpo del sacerdote, colocado en posición extendida con las extremidades inferiores semiflexionadas, está orientado de sur a norte.
Hacia el lado oeste de la tumba se han depositado pequeños cuencos esféricos de cerámica, una espátula de hueso tallado y otras ofrendas. También se hallaron dos sellos, uno con diseños de una cara antropomorfa y otro con la cara de un jaguar.
Los investigadores estiman que el sacerdote vivió hacia el año mil a.C., y que su tumba es una muestra de la importancia que ya tenían los líderes religiosos en la sociedad andina precolombina.
«Este hallazgo es súper importante porque es uno de los primeros sacerdotes que empieza a controlar los templos en los Andes del norte del país», declaró a la AFP el arqueólogo japonés Yuji Seki, quien trabaja desde hace 18 años en ese sitio.
Pacopampa, ubicado a 2.500 metros de altitud, tiene una extensión de 1,5 kilómetros y está compuesto por nueve edificios de piedra tallada y pulida, y escaleras.
En el mismo sitio arqueológico han sido hallados otros entierros, como el de la ‘Dama de Pacopampa’ en 2009 y los de los dos ‘sacerdotes de la Serpiente Jaguar’ en 2015. Se estima que datan de unos 700 a 600 años a.C.
Los investigadores consideran que el hallazgo de la tumba del sacerdote de 3.000 años de antigüedad es una prueba más del importante papel que jugaron los líderes religiosos en la cultura andina precolombina.