Por Juan Pablo Ojeda
Andy Warhol, una de las figuras más emblemáticas del arte pop del siglo XX, no solo dejó una huella indeleble en el mundo del arte, sino que también tuvo una relación muy especial con los gatos, un aspecto menos conocido pero fascinante de su vida. Este vínculo con los felinos revela una faceta íntima y personal del artista que contrasta con la imagen pública y glamorosa que muchos tienen de él.
Warhol, conocido por su estilo innovador y su impacto en la cultura pop, compartió su vida cotidiana con estos animales, quienes no solo llenaron su hogar de compañía, sino que también influyeron en sus primeros trabajos artísticos. En la década de 1950, Warhol vivía en Manhattan con su madre, Julia Warhola, y ambos compartían una pasión por el arte. Julia, quien también era artista, decoraba obras de su hijo con su caligrafía, creando una serie de libros y publicaciones que incluían temas como gatos y ángeles. Entre sus colaboraciones más notables se encuentra el libro 25 Cats Named Sam and One Blue Pussy, publicado en 1954, que, a pesar de una falta de ortografía intencional en el título, se convirtió en una pieza de colección.
En ese mismo espíritu, la madre de Warhol publicó en 1960 Holy Cats by Andy Warhol’s Mother, una obra que contenía dibujos de gatos y ángeles, complementada con su distintiva caligrafía. Los gatos, como tema recurrente en su arte, se convirtieron en una forma de expresar su creatividad y afecto, un reflejo de la profunda conexión que mantenía con estos animales.
La vida de Warhol con los felinos no se limitaba al arte. Según la revista My Art Broker, Warhol y su madre vivían con una gata llamada Hester, pero su amor por los gatos creció rápidamente, llevando a la pareja a tener hasta 25 felinos, todos llamados “Sam”. Esta peculiar decisión de nombrar a todos sus gatos igual no solo muestra el cariño de Warhol por los animales, sino también su sentido del humor y su originalidad.
Además de los libros y las ilustraciones, en 1994 se publicó Cats, Cats, Cats, una compilación de dibujos de felinos extraídos de la Fundación Andy Warhol para las Artes Visuales, que también incluye citas de Warhol sobre su amor por los animales, como “Nunca conocí a algún animal que no me gustara” y “Las mascotas son la respuesta”.
La vida de Andy Warhol comenzó en Pittsburgh, Pennsylvania, donde nació el 6 de agosto de 1928. A pesar de enfrentar desafíos personales como la corea de Sydenham durante su infancia, Warhol demostró un talento precoz en el arte. Estudió en el Instituto Carnegie de Tecnología y, tras mudarse a Nueva York, se estableció como un exitoso ilustrador comercial antes de revolucionar el arte pop con sus serigrafías de íconos culturales como Marilyn Monroe. Su carrera también incluyó incursiones en el cine y la colaboración con otros artistas influyentes como Jean-Michel Basquiat y Keith Haring.
En resumen, el amor de Andy Warhol por los gatos nos ofrece una visión única de su vida más allá de los reflectores, revelando un lado más tierno y personal de un artista que dejó una marca imborrable en el mundo del arte. Su legado, tanto en el arte pop como en su vida cotidiana, sigue inspirando y fascinando a admiradores de todas partes del mundo.