El presidente Andrés Manuel López Obrador marcó un hito este 1 de julio al entregar los primeros complementos del Fondo de Pensiones para el Bienestar, una iniciativa destinada a garantizar que los trabajadores mexicanos puedan recibir el 100% de su salario al jubilarse.
Con una bolsa inicial de 44,894 millones de pesos, este fondo representa un esfuerzo significativo del gobierno para corregir lo que el presidente llamó injusticias del periodo neoliberal en el sistema de pensiones.
«Es un complemento para que el trabajador al jubilarse reciba el 100 por ciento de su salario, así de sencillo de explicar, porque hicieron reformas en el periodo neoliberal para que el trabajador al jubilarse no recibiera su sueldo completo», declaró el mandatario durante el evento de entrega.
El fondo se nutre de diversas fuentes: 24,238 millones de pesos provienen de cuentas de Afores que no han sido reclamadas por trabajadores mayores de 70 años, 12,000 millones fueron aportados por el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP), 6,135 millones por el Infonavit, y otros 2,518 millones por conceptos adicionales.
Según lo estipulado por la reforma aprobada en el Congreso de la Unión en abril de este año, el fondo tiene como objetivo garantizar una pensión mínima de cerca de 17,000 pesos mensuales para los mexicanos que alcanzan los 65 años y que ingresaron a la formalidad laboral a partir de 1997.
Los recursos del fondo provienen principalmente de cuentas inactivas de Afores por más de 10 años, así como del cobro de adeudos en dependencias o entidades públicas, y aportaciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
A pesar de estos avances, la iniciativa no ha estado exenta de controversia legal. La semana pasada, la ministra Loretta Ortiz Ahlf de la Suprema Corte de Justicia de la Nación admitió a trámite una acción de inconstitucionalidad presentada por diputados de oposición contra el decreto que creó el Fondo de Pensiones del Bienestar.
El presidente López Obrador ha defendido el fondo como una medida necesaria para corregir desigualdades y asegurar un retiro digno para los trabajadores del país. El costo estimado del fondo para la próxima década asciende a 130,000 millones de pesos, según lo previsto por el gobierno federal.