Por Juan Pablo Ojeda
Este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador sorprendió a todos al anunciar que la mañanera de hoy será la última en la que admitirá preguntas de los reporteros. En un ambiente relajado en Palacio Nacional, López Obrador dejó claro que la conferencia matutina del lunes será diferente: “va a ser un fiestón con bailongo”. Así, el mandatario se prepara para despedir esta etapa de sus conferencias que ha estado presente a lo largo de su sexenio.
Desde que asumió la presidencia, el tabasqueño ha mantenido la tradición de ofrecer conferencias mañaneras de lunes a viernes, donde ha respondido preguntas de los medios y ha abordado diversos temas de interés nacional. Sin embargo, en una decisión inusual, el próximo lunes solo dará un mensaje breve y luego se dedicará a celebrar con un convivio para los periodistas presentes.
“Vamos a despedirnos, va a ser fiestón (hace un gesto con la mano), se van preparando”, mencionó en junio, anticipando esta celebración. Este lunes, 30 de septiembre, será la última oportunidad para que los reporteros hagan preguntas, aunque el presidente ya advirtió que solo permitirá una o dos antes de pasar a la fiesta.
Con el 1 de octubre marcando la entrega de la banda presidencial, esta última mañanera promete ser un momento de despedida emotivo y festivo, un cierre simbólico a un formato que ha sido parte integral de su administración. Las risas y el ambiente distendido en la sala reflejan la cercanía que López Obrador ha intentado mantener con los medios, aunque el cambio de enfoque a partir del lunes será un nuevo capítulo en su relación con la prensa.