Por Juan Pablo Ojeda
En una declaración que promete ser tanto ambiciosa como controvertida, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó en la conferencia matutina de Palacio Nacional que antes de concluir su mandato en septiembre, México contará con el “mejor sistema de salud pública del mundo”.
Durante su intervención, López Obrador reiteró su compromiso de establecer un sistema de salud integral que incluirá centros de salud, hospitales, médicos generales y especialistas, así como medicinas completamente gratuitas para la población. “Es algo que además de ser muy importante, fundamental, tenemos el compromiso de que antes de concluir nuestro mandato, que ya nos faltan días, dejaremos montado todo el sistema de salud pública”, declaró el mandatario.
El presidente aseguró que este avance generará “polémica y sarpullido” entre sus adversarios, sugiriendo que la magnitud del logro será motivo de debate y oposición. “Estamos trabajando en ese propósito, que es muy importante”, comentó, anticipando la reacción que su propuesta podría suscitar en la esfera política.
López Obrador ha mantenido durante los últimos meses la afirmación de que el sistema de salud que se instaurará en México no solo cumplirá con los estándares internacionales, sino que superará a los existentes en países reconocidos por su sistema de salud, como Dinamarca. “No es Dinamarca, va a ser mejor que Dinamarca, porque ya llevamos tiempo trabajando y no tenemos afortunadamente problemas financieros. Tenemos los recursos que se requieren para dejar un buen sistema de salud”, apuntó el pasado 2 de julio.
Esta ambiciosa promesa se enmarca dentro de la estrategia del gobierno para federalizar el sistema de salud y mejorar la cobertura y calidad de los servicios médicos en todo el país. La iniciativa ha sido un pilar central de la administración de López Obrador, quien ha insistido en que la salud pública es una prioridad fundamental para su gobierno.
Mientras el presidente continúa con su plan, la implementación y efectividad del sistema de salud prometido serán observadas de cerca por analistas, opositores y la ciudadanía. El desafío será garantizar que los recursos y la infraestructura propuestas cumplan con las expectativas y necesidades del país, especialmente en un momento de transición política y administrativa.