En una nueva arremetida contra el Poder Judicial de la Federación (PJF), el presidente Andrés Manuel López Obrador detalló durante su conferencia matutina del miércoles 17 de julio los continuos retrasos en las indagatorias del magnicidio de Luis Donaldo Colosio, así como en la detención de Jorge Antonio Sánchez Ortega, señalado como presunto segundo tirador en el caso.
López Obrador leyó un informe de seguimiento enviado por su gobierno, donde se detallan las fechas clave de las acciones legales tomadas en relación con la orden de aprehensión contra Sánchez Ortega, quien era agente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) en el momento del asesinato de Colosio.
«El 4 de enero de 2024, nuevamente se ejerció acción penal ante el Juzgado Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales, radicándose la causa penal 01/2024 y el 5 de enero de 2024 se negó nuevamente la orden de aprehensión contra Jorge Antonio Sánchez Ortega (…)», detalló el presidente.
Según el informe leído por López Obrador, el 8 de enero de 2024 se presentó un recurso de apelación contra la resolución que negó la orden de aprehensión solicitada. Sin embargo, lamentó que para el 15 de julio de 2024, la revisión de asuntos a sesionar por parte del Magistrado Josué Osvaldo Garduño Sánchez, del Primer Tribunal Colegiado de Apelación, no incluyera el caso de Sánchez Ortega para la sesión del 18 de julio de 2024.
«Así está la justicia rápida y expedita», criticó López Obrador visiblemente molesto durante la conferencia, refiriéndose irónicamente al tiempo y la eficiencia en el avance del caso.
El mandatario mexicano ha sido crítico frecuente del Poder Judicial, acusando reiteradamente a algunos sectores de ser negligentes o lentos en el manejo de casos importantes para la justicia mexicana. El caso de Luis Donaldo Colosio, cuya investigación ha sido opacada por teorías y dudas durante décadas, continúa siendo un punto sensible y de alto perfil en la política y la sociedad mexicana.