El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó en la conferencia matutina desde Palacio Nacional la detención de cinco agentes de la Guardia Nacional en relación con la masacre ocurrida el pasado domingo en una vecindad de León, Guanajuato, que dejó un saldo trágico de cuatro mujeres y dos menores asesinados.
López Obrador informó que los agentes se encuentran bajo resguardo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y que se están llevando a cabo investigaciones tanto por parte de las Fuerzas Armadas como por la Fiscalía correspondiente.
«Ya se está trabajando en la investigación. Les puedo adelantar que hay cinco miembros de la Guardia Nacional detenidos», subrayó el mandatario, destacando la importancia de llevar a cabo una investigación exhaustiva y garantizar que no haya impunidad en este caso.
El presidente expresó su firme compromiso de que no habrá impunidad para nadie y se mostró cauteloso al esperar los resultados de la investigación antes de hacer más comentarios al respecto.
Estas declaraciones surgen después de que un grupo de hombres armados irrumpió en una vecindad en la colonia Industrial de León, disparando indiscriminadamente y cobrando la vida de varias personas, incluidos menores de edad. Inicialmente, las autoridades locales sugirieron que el crimen podría estar relacionado con el narcotráfico, pero la atención se centró rápidamente en la presunta participación de la Guardia Nacional en el incidente.
El gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, solicitó una aclaración sobre la presencia de la Guardia Nacional en el lugar del tiroteo, especialmente después de que se difundieran videos que mostraban a los efectivos antes del incidente, lo que sugería un posible comportamiento irregular por parte de los mismos.
Ante esta situación, López Obrador reiteró la importancia de llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre el actuar de los agentes de la Guardia Nacional en relación con el trágico suceso.
León, la ciudad más grande de Guanajuato, ha sido escenario de una escalada de violencia en los últimos años, convirtiéndose en uno de los epicentros de la lucha contra el crimen organizado en México.