Por Juan Pablo Ojeda
El debut de Miguel Herrera como director técnico de la Selección de Costa Rica no fue el esperado. En su primer partido al frente de los ticos, la escuadra costarricense sufrió una dura derrota por 3-0 ante Estados Unidos, un resultado que evidenció la distancia que aún deben recorrer los costarricenses para competir al más alto nivel en la Concacaf.
El encuentro, disputado en territorio estadounidense, comenzó con un claro dominio de las barras y las estrellas. Desde el primer minuto, Estados Unidos impuso su ritmo, y no tardó mucho en reflejarse en el marcador. Brian White, delantero estadounidense, abrió la cuenta al minuto 21 tras un desajuste defensivo de Costa Rica. White aprovechó la oportunidad con un remate certero que dejó sin opciones al arquero tico.
A pesar de los intentos de los costarricenses por equilibrar el juego, no lograron concretar sus oportunidades. El equipo de Miguel Herrera se vio superado en todos los aspectos del juego, y el dominio estadounidense se consolidó al minuto 77. Caden Clark, uno de los jugadores más destacados del encuentro, anotó el segundo gol con un disparo potente que desbordó la defensa costarricense.
Finalmente, en el minuto 90, Patrick Agyemang selló la victoria para Estados Unidos con un tercer gol que definió el 3-0. El resultado dejó a Costa Rica con una amarga sensación de impotencia, ya que el equipo no mostró capacidad de reacción ante un rival superior, especialmente en los momentos clave del partido.
Este debut pone en evidencia los retos que enfrentará Miguel Herrera en su proceso al frente de la Selección de Costa Rica. A pesar de la derrota, el Piojo tendrá que encontrar rápidamente soluciones y ajustar su planteamiento para competir de manera más efectiva contra los equipos de élite de la Concacaf, como Estados Unidos, que mostró una superioridad evidente en todos los aspectos del juego.