Por Ilian Muñoz
En la Ciudad de México, donde las taquerías en cada esquina ofrecen delicias que pueden ser culpables de un ataque de hipo, encontrar una solución rápida y efectiva es casi tan necesario como saber pedir «sin cilantro». El hipo, ese espasmo involuntario del diafragma acompañado de un sonido que rompe el silencio, es universalmente conocido pero pocas veces bien entendido.
La ciencia explica que el hipo puede ser causado por una variedad de factores, desde comer demasiado rápido hasta beber bebidas carbonatadas o incluso emociones fuertes. Sin embargo, en el corazón de México, las abuelas y las tías tienen sus remedios caseros que han pasado de generación en generación. Uno de los métodos más populares es el susto. Sí, un buen susto puede interrumpir el patrón del hipo, aunque encontrar a alguien dispuesto a asustarte a las 3 de la mañana puede ser un desafío.
Otra técnica, más tranquila pero no menos efectiva, es la respiración controlada. Inspirar profundamente, retener el aire por unos segundos y luego exhalar lentamente puede resetear el sistema nervioso y detener el hipo. Este método se practica en los tranquilos parques de la ciudad, donde la gente busca no solo un respiro del ajetreo diario sino también de su propio cuerpo.
Para los más aventureros, existe el método del azúcar. Tomar un poco de azúcar y dejarlo disolverse bajo la lengua puede estimular el nervio vago, el cual tiene un papel crucial en la regulación del hipo. En los mercados, donde el azúcar morena y el piloncillo son vendidos en grandes cantidades, este consejo es tan común como las recetas de mole.
Pero no todo es tradición; la ciencia también ha aportado su granito de arena. Beber agua de una manera específica – inclinando la cabeza hacia atrás y tomando pequeños sorbos sin respirar – es recomendado por médicos y ha sido probado en consultorios alrededor de la capital. Este método obliga a una coordinación entre la respiración y la deglución, distrayendo al cuerpo del ciclo del hipo.
En un país donde la comida y la bebida son parte integral de la cultura, el hipo puede aparecer en los momentos menos oportunos. Por eso, conocer estos remedios no solo es útil, sino casi una necesidad cultural. Desde el tradicional susto hasta las técnicas de respiración que puedes practicar en el metro en hora pico, cada método ofrece una oportunidad de volver a la normalidad sin interrupciones.
Finalmente, si nada funciona, hay una solución más moderna: la tecnología. Aplicaciones que guían a través de técnicas de respiración o que emiten sonidos supuestamente capaces de detener el hipo son cada vez más populares. En una era donde todo tiene una app, hasta el hipo ha encontrado su lugar.