Texto y fotos por Bruno Cortés
La fotografía culinaria es una forma de arte visual que puede hacer que los platos más simples parezcan verdaderas delicias. Si estás buscando mejorar tus habilidades en este fascinante campo, estos cinco consejos clave te ayudarán a capturar imágenes que despierten el apetito y deleiten la vista.
- Iluminación natural: La luz es el alma de cualquier fotografía y la comida no es una excepción. Siempre que sea posible, utiliza luz natural, evitando la luz directa del sol para lograr una luz suave y difusa que realce los colores y texturas de los alimentos.
- Composición y enfoque: Un plato bien dispuesto puede hacer que cualquier comida se vea deliciosa. Aplica la regla de los tercios para ubicar los elementos claves de tus platos en las intersecciones de las líneas y cuida los detalles para destacar los elementos más atractivos de tus creaciones culinarias.
- Ángulos y perspectivas: Cambiar el ángulo de la cámara puede revelar facetas únicas y atractivas de tus platos. Experimenta con tomas desde arriba, desde el nivel del plato o desde ángulos inclinados para encontrar la perspectiva más deliciosa.
- Uso de trípode: Un trípode te permite mantener la cámara estable, lo que es vital en situaciones de baja luz o con velocidades de obturación lentas. Asimismo, te da más tiempo para ajustar la configuración de la cámara y componer tus fotos.
- Edición de imágenes: Aunque una buena fotografía comienza con una buena toma, la edición puede llevar tus imágenes al siguiente nivel. Aplica ajustes de exposición, balance de blancos y saturación para convertir tus fotos en auténticas obras de arte culinarias.
En resumen, con paciencia, práctica y la aplicación de estos consejos, podrás capturar fotografías de alimentos irresistibles que deleiten los sentidos y hagan agua la boca.
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