Por Juan Pablo Ojeda
La discusión sobre la reforma que propone extinguir varios organismos autónomos en México sigue generando controversia. Estos organismos, como el Instituto Nacional de Transparencia (INAI), el Instituto Nacional Electoral (INE) y otros, han sido clave en la vigilancia y control de varios aspectos importantes del gobierno y la sociedad, pero ahora, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador busca que sus funciones pasen a manos de dependencias gubernamentales. Esta reforma, que había sido programada para esta semana, ha sido aplazada por una semana más, según confirmó Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados.
Pero, ¿qué significa todo esto para la gente de a pie? Vamos a desglosarlo. Los organismos autónomos son instituciones creadas para actuar con independencia del poder ejecutivo, es decir, para que no estén bajo el control directo del presidente o de cualquier gobierno en turno. En teoría, su objetivo es evitar la concentración del poder y garantizar que ciertos temas, como la transparencia, la equidad electoral y la protección de derechos humanos, se manejen de manera objetiva y libre de presiones políticas.
Ahora bien, la reforma que está proponiendo el gobierno es ambiciosa: se busca que estas funciones sean absorbidas por dependencias del gobierno federal. Es decir, la idea sería que, por ejemplo, el INAI, que se encarga de promover el derecho a la información y la transparencia, deje de existir como un organismo autónomo y sus funciones pasen a otra institución, como la Secretaría de la Función Pública. Esto ha generado una gran inquietud entre organizaciones civiles y ciudadanos que temen que, con la desaparición de estos organismos, se pierda la objetividad y la independencia que estos representaban.
Ricardo Monreal, quien es el líder de los diputados de Morena y uno de los personajes clave en la política del Congreso, mencionó que la discusión de la reforma se aplazaría hasta el miércoles de la próxima semana. La razón es sencilla: hay otras reformas importantes que se deben tratar en la Cámara, como la ratificación de altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda, entre ellos Rogelio Ramírez de la O, y la creación de nuevas dependencias del gobierno, como la Secretaría de la Mujer y la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.
En resumen, este aplazamiento de una semana le da un respiro al INAI y a los organismos autónomos que están en la cuerda floja. Sin embargo, la discusión no ha terminado y se espera que el debate continúe intensamente. La reforma no solo busca reducir el número de organismos autónomos, sino también reestructurar varias secretarías y agencias del gobierno. Por ejemplo, se habla de transformar la Secretaría de la Función Pública en la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, lo que refleja la prioridad que el gobierno actual le da a la lucha contra la corrupción.
A medida que los legisladores debatan este tema, será importante estar atentos a las reacciones de la sociedad civil y de los partidos de oposición. Algunos consideran que esta reforma podría debilitar la independencia de las instituciones clave que sirven para vigilar y equilibrar el poder en México, mientras que otros creen que es una medida necesaria para reducir la burocracia y hacer que el gobierno funcione de manera más eficiente.
Lo cierto es que el futuro de los organismos autónomos en México está en juego y las próximas semanas serán decisivas. Sin importar de qué lado te encuentres, es importante entender que estas reformas no solo afectan a los políticos, sino también a la ciudadanía, porque los cambios en las instituciones del gobierno tienen un impacto directo en cómo se toman las decisiones en el país.