Si buscas un rincón en la CDMX que combine una experiencia culinaria excepcional con vistas que te quiten el aliento, Altanera es el lugar. Este restaurante, situado en el piso 8 de Colima 161 en la Roma Norte, ofrece una propuesta única bajo la batuta de la chef Lula Martín del Campo, que sabe cómo darle un giro contemporáneo a los sabores más tradicionales de México.
Con una terraza panorámica y una decoración que mezcla lo moderno y lo tradicional, Altanera es perfecto para una cena romántica o para una reunión con amigos. La luz natural y el toque de vegetación le dan ese ambiente fresco y acogedor que se presta tanto para el día como para disfrutar de la noche en la ciudad.
¿Qué probar? Las joyas del menú
La carta de Altanera celebra los ingredientes de nuestra tierra: desde el maíz y los frijoles hasta el chile en sus formas más sabrosas. Entre los favoritos están el salmón en mole oaxaqueño, que es pura poesía en cada bocado, y las quesabirrias de Sonora, preparadas con amor y servidas con consomé para el toque final. También se recomienda el tartar de cecina, acompañado de un «pico de gallo verde» que te sorprenderá.
Para los que disfrutan de la coctelería, la barra de Altanera se luce con opciones de autor elaboradas con destilados mexicanos como mezcal y bacanora. Destacan el coctel “Pakal”, que sorprende con su sabor a aguacate, y “Ixtel”, hecho con guayaba.
Con una calificación de 4.5 en Tripadvisor, Altanera ha ganado el corazón de muchos. Los comentarios elogian la calidad de los platillos, el ambiente y el servicio amable. Aunque, ojo, algunos recomiendan tener paciencia, ya que el servicio puede ser un poco lento en ocasiones.
Información práctica
Abierto todos los días desde la 1 PM, Altanera se encuentra en Colima 161, Roma Norte. Para asegurarte una mesa con vista, te recomendamos reservar en OpenTable o llamando al +52 55 9256 3836.
Altanera es más que un restaurante; es una experiencia que no te puedes perder si estás en la CDMX. Perfecto para los amantes de la buena comida mexicana, aquí cada platillo cuenta una historia, y las vistas son la cereza del pastel. ¡Atrévete a vivirlo!