Por Bruno Cortés
En un giro inesperado que mezcla la nostalgia con la estrategia política, Yuawi López, el carismático niño huichol que con su voz y su «na na na» se convirtió en un fenómeno viral, regresa a la escena pública para impulsar a Movimiento Ciudadano (MC) de cara a las elecciones presidenciales de 2024. La figura de Yuawi, que en 2017 emergió como un símbolo de frescura y esperanza para el partido naranja, ha sido revivida en una historieta animada donde, con tenis fosfo fosfo y su traje tradicional de los huicholes, el ahora adolescente es presentado como el héroe que MC necesita para enfrentar el próximo ciclo electoral.
El líder de MC, Dante Delgado, ha sido el encargado de anunciar este retorno, que no solo busca capitalizar la popularidad del joven sino también reavivar el espíritu de cambio que el partido pretende representar. La campaña, que ya ha comenzado a generar expectativas, se apoya en la imagen de Yuawi, quien a pesar de haberse mantenido al margen del ojo público, sigue siendo un ícono de la política mexicana.
La historia de Yuawi es la de un niño que, a pesar de las adversidades, logró capturar la atención de millones con su talento y su autenticidad. Desde su aparición en un programa de talentos hasta su participación en la campaña de MC, Yuawi ha sido un reflejo de la diversidad cultural de México y de la lucha de los pueblos indígenas.
Ahora, con la guitarra en mano y los tenis fosfo fosfo que recuerdan a Mariana Rodríguez, Yuawi se prepara para tocar nuevamente la banda sonora de una campaña que promete ser tan vibrante como su protagonista. Movimiento Ciudadano, que ha invertido en el pasado más de 50 millones de pesos en publicidad en redes sociales, parece dispuesto a apostar una vez más por la imagen de Yuawi para conectar con el electorado.
La reaparición de Yuawi no solo es un movimiento político; es también un mensaje de resistencia y de la importancia de mantener vivas las raíces y la cultura en un México que busca definir su futuro. Con su sombrero y su guitarra, Yuawi está listo para enfrentar el desafío y, tal vez, cambiar el curso de la política mexicana una vez más.