Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha declarado una ley marcial de emergencia para proteger el «orden constitucional» del país ante lo que calificó como actividades “anti-estatales” llevadas a cabo por el principal bloque opositor, el Partido Democrático (PD). En una declaración televisada, Yoon acusó al PD de actuar como «fuerzas pronorcoreanas», una acusación que ha intensificado la crisis política en la nación.
Este sorpresivo anuncio se produjo tras una serie de decisiones tomadas por el PD, que ostenta la mayoría en la Asamblea Nacional, sin el apoyo del Partido del Poder Popular (PPP), el cual es el partido gobernante de Yoon. La principal controversia surgió luego de que el PD aprobara un presupuesto general para 2025 con recortes sustanciales en varias áreas, sin contar con la aprobación del PPP. Además, el PD presentó mociones para destituir al fiscal general y al jefe de la Junta de Auditoría e Inspección, una entidad clave encargada de supervisar las finanzas públicas.
Conflicto presupuestario y desafíos constitucionales
El conflicto se desató cuando el PD, que ha mantenido una postura crítica hacia el gobierno de Yoon, propuso recortes significativos en el presupuesto nacional, lo que generó fuertes tensiones con el ejecutivo. La aprobación de este presupuesto sin consenso con el PPP dejó claro el enfrentamiento entre los dos bloques políticos más importantes del país, lo que llevó a Yoon a intervenir de forma contundente, declarando la ley marcial.
El mandatario surcoreano justificó la medida como necesaria para salvaguardar la estabilidad y el orden del Estado, argumentando que las acciones del PD podrían amenazar la integridad constitucional y el funcionamiento efectivo del gobierno. En este contexto, Yoon también resaltó las mociones de destitución, que considera un intento por socavar las instituciones clave del país y una afrenta directa a su administración.
Repercusiones políticas internas y tensiones con el PD
La declaración de ley marcial de emergencia ha generado un profundo malestar dentro del Partido Democrático, que rechazó las acusaciones de Yoon y calificó la medida como una violación de la democracia y las libertades fundamentales de los surcoreanos. Por su parte, los aliados de Yoon en el PPP también han expresado su preocupación por la posibilidad de que las tensiones se intensifiquen aún más, y han instado al presidente a buscar una solución negociada para evitar un colapso político.
Un futuro incierto para la política surcoreana
El sorpresivo giro en la política surcoreana deja un futuro incierto para la estabilidad del gobierno de Yoon Suk-yeol. Mientras que su administración ha optado por una postura firme en la defensa del orden constitucional, las reacciones del PD y el PPP podrían marcar el rumbo de los próximos meses. La decisión de Yoon de declarar la ley marcial de emergencia refleja la gravedad de la situación, pero también plantea serias interrogantes sobre el futuro político de Corea del Sur y las posibilidades de reconciliación entre los bloques enfrentados.