Yolanda Saldívar, la mujer condenada a cadena perpetua por el asesinato de Selena Quintanilla en 1995, seguirá en prisión después de que la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas rechazara su solicitud de libertad anticipada. El fallo, emitido este miércoles, destacó la «naturaleza brutal» del crimen y la catalogó como un «peligro para la sociedad«.
En un documento oficial, la junta señaló que el asesinato de Selena —perpetrado el 31 de marzo de 1995 en un motel de Corpus Christi— mostró «violencia, agresión y desprecio por la vida«. Además, subrayó que Saldívar, de 64 años, sigue representando una «amenaza continua para la seguridad pública«.
La decisión llega justo cuando se cumplen 30 años de la condena, un plazo que en EE.UU. permite reevaluar sentencias de cadena perpetua. Sin embargo, Saldívar no podrá volver a solicitar libertad condicional hasta 2029.
La familia de Selena, incluyendo a su hermana Suzette Quintanilla y su viudo Chris Pérez, celebró la resolución. En un emotivo mensaje en Instagram, escribieron:
«Aunque nada nos devolverá a Selena, esta decisión reafirma que la justicia sigue del lado de la hermosa vida que nos arrebataron demasiado pronto».
Recordaron el legado de la cantante como un símbolo de «amor, música e inspiración», y agradecieron el apoyo de los fans, quienes mantienen viva su memoria casi tres décadas después de su muerte.
Saldívar, quien era presidenta del club de fans de Selena y administraba sus boutiques, disparó a sangre fría a la estrella de 23 años tras un enfrentamiento por malversación de fondos. El juicio de 1995 fue mediático, y la condena a cadena perpetua (con posibilidad de libertad en 30 años) se consideró un alivio, pues Texas aún aplicaba la pena de muerte.
Hoy, el caso sigue siendo sinónimo de traición y violencia, y la negativa a liberar a Saldívar refleja que el sistema judicial no ha olvidado la gravedad del crimen. Mientras, Selena permanece como un icono cultural, cuya influencia trasciende generaciones.