Ciudad de México, a 19 de mayo de 2023.- En los últimos días el volcán Popocatépetl ha mantenido un periodo de gran actividad lanzando material incandescente, vapor y ceniza.
Debido a la situación, que ya ha alterado a las autoridades de distintas regiones aledañas , el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ha activado el color amarillo fase 2 del semáforo de alerta volcánica.
Esta fase indica que “Don Goyo” ha presentado incremento en su actividad con explosiones esporádicas, lanzamiento de fragmentos incandescentes y flujos piroclásticos de corto alcance asociados a las explosiones.
El fenómeno natural también ha implicado que desde los Servicios de Salud locales, como el de Morelos o Puebla, emiten recomendaciones para la población. Al respecto, Infobae México consultó a una experta para saber qué implicaciones tiene en la salud las cenizas volcánicas y porqué es importante atender a las recomendaciones en la materia.
De acuerdo con Luz María García Sanchez, Jefa de Neumología del Hospital de Cardiología en el Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS el tema del Popocatépetl resulta de suma importancia a nivel salud debido a las repercusiones que tiene en el cuerpo humano, especialmente en el sistema respiratorio.
Ello debido a que durante la actividad volcánica se liberan partículas, sustancia y gases que forman smoke.
“Este smoke está lleno tanto de aerosoles como de gases tóxicos que pueden ser inhalados, estos viajan a través del aire, esto puede resultar en afectaciones directas para la salud”, explicó la neumóloga.
Al respecto, la especialista explicó que se ha detectado que en los periodos de mayor actividad volcánica se han registrado muchos más reportes de enfermedades respiratorias
“Tenemos histórico, ha habido actividad muy importante en los años 60s, 90s en el 2000, y se registraron muchas más infecciones respiratorias. En estos periodos hubo un incremento importante”, aclaró.
¿Por qué afectan estos gases?
Según lo explicado la doctora, las partículas liberadas pueden ser “muy finitas” (de unas 15 micras) misma que pueden ingresar en ojos, nariz y boca, provocando irritación.
Sin embargo, hay algunas que pueden ser tan pequeñas que pueden llegar directamente a los bronquios más pequeños e incluso pasar a los pulmones, lo que puede resultar altamente tóxico, sobre todo para las personas que se encuentran constantemente expuestas a este fenómeno.
Y es que éstas irritan el tracto respiratorio, mismo que está cubierto por una mucosa, cuando es demasiada la irritación de esas partículas, el tracto respiratorio se puede inflamar desde la nariz hasta los bronquios, perdiendo ese equilibrio fisiológico de protección. Esta inflamación promueve un ambiente propicio para virus y bacterias que a su vez provocan infecciones.
“Cuando la inhalación ya es muy constante y llega a los pulmones ya puede provocar un daño más importante y puede ir a la conocidad, el paciente puede presentar un asma o una bronquitis crónica”, aseguró.
En este sentido, la especialista hizo énfasis en que las niñas y niños, mujeres embarazadas así como los pacientes que padecen asma o bronquitis crónica (que se catalogan con enfermedad pulmonar obstructiva crónica) son mucho más propensos a enfermarse tras exponerse a las partículas tóxicas.
“Como hay una emisión constante de esta partículas y las estamos respirando los que están más vulnerables a veces tienen mayor predisposición a infecciones respiratorias”, señaló.
Es por ello que resulta de vital importancia que la población que habita en zonas aledañas a “Don Goyo” siga las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Entre ellas destacan:
- Evitar hacer actividades al aire libre
- Proteger ojos, nariz y boca en caso de salir a la intemperie
- Cerrar puertas y ventanas
- Sellar con trapos húmedos las rendijas y las ventilas
- Tapar tinacos y otros depósitos de agua para que no se contaminen
A la par, la doctora Luz reiteró que además de esta medidas, el uso de cubrebocas, así como una alimentación sana y el poseer todas las vacunas son factores clave de prevención ante la presencia de ceniza volcánica.