CDMX, 4 de marzo del 2022.- Los mayas consideraban los cenotes como la entrada al inframundo, al Xibalbá: lugar donde habitan los difuntos y reinan los dioses de la enfermedad y la muerte. En el Caribe mexicano se han descubierto casi ocho mil cenotes y cinco de ellos están dentro del Parque Dos Ojos, a 20 minutos en auto desde el Pueblo Mágico de Tulum.
El más famoso se llama Dos Ojos, porque se puede acceder a sus profundidades a través de dos entradas de roca, aunque muchos dicen que debe su nombre a la cantidad de murciélagos que habitan dentro de la caverna. Acompañado de un guía, puedes esnorquelear y apreciar los restos fósiles que yacen en el fondo del agua. Si te gusta el buceo, este cenote tiene una línea subterránea de 60 kilómetros.
Otro imperdible es el cenote abierto El Jaguar, el cual puedes cruzar de un extremo a otro con la ayuda de una tirolesa. La visita a cada caverna se cobra por separado.
El parque Mundo Maya tiene un circuito que incluye tres cenotes: Labnahá, Río Sagrado y Cenote Azul. Cada uno está acondicionado para que realices diferentes actividades, desde tirolesa hasta remar un kayak. El agua de estas cavernas forma parte del río subterráneo más largo del mundo, Sac-Actun, con 154 kilómetros de longitud.
Al finalizar el recorrido, convives con una comunidad maya. Preparan alimentos y comparten leyendas, como la de los aluxes, guardianes de las cavernas. Se dice que para entrar y salir sano y salvo de un cenote debes pedir su permiso, ya sea con una limpia o un rezo.