La Revolución Mexicana, uno de los episodios más significativos de la historia de México, estuvo marcada por la presencia de figuras controvertidas. Victoriano Huerta, conocido como «El Chacal» o «El Usurpador», desempeñó un papel crucial en esta época de agitación y traición. En este reportaje, exploraremos la vida de Victoriano Huerta, desde sus humildes comienzos hasta su ascenso al poder y su posterior caída en desgracia.
Un Humilde Origen
Victoriano Huerta nació en Colotlán, Jalisco, el 23 de marzo de 1845. Proveniente de una familia indígena, Huerta tuvo que superar la pobreza desde temprana edad. Su sueño de una carrera militar lo llevó a aprender a leer y escribir en la escuela municipal.
A los quince años, fue tomado como secretario personal por el general Donato Guerra, lo que le permitió obtener una beca para estudiar en el Colegio Militar. Este fue el punto de partida de su carrera militar.
Ascenso en el Ejército Mexicano
Huerta se graduó con honores en el Colegio Militar de Chapultepec en 1876, obteniendo el rango de teniente. Su destreza en el frente de batalla y su buen trato con las tropas lo destacaron como un líder militar prometedor.
Durante su carrera, Huerta participó en diversas misiones clave, incluyendo la contención de una rebelión en Guerrero en 1895 y la represión de los Yaquis en Sonora en 1900. Su ascenso en las filas militares fue constante, y para 1902 ya se le conocía como el general Victoriano Huerta.
Traición a la Revolución
A pesar de haber luchado en nombre del gobierno de Francisco I. Madero al comienzo de la Revolución Mexicana, Huerta cambió su lealtad y se unió a los rebeldes. Sus brutales acciones, como el incendio de pueblos y asesinatos en Morelos, deterioraron su relación con Emiliano Zapata y provocaron la proclamación del Plan de Ayala.
Huerta también traicionó a Madero al aliarse con Félix Díaz en la Decena Trágica de 1913. Durante este período, Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez fueron arrestados y posteriormente ejecutados.
El Breve Gobierno de Victoriano Huerta
Tras la renuncia de Madero, Pedro Lascuráin asumió la presidencia por solo cuarenta y cinco minutos antes de ceder el poder a Huerta. El gobierno de Huerta fue caracterizado por la represión y la militarización, con el respaldo de un ejército de al menos 50,000 soldados.
Sin embargo, su gobierno no fue reconocido por Estados Unidos, que exigía democracia en México. Las luchas internas y el surgimiento del Ejército Constitucionalista, liderado por Venustiano Carranza, Emiliano Zapata y Francisco Villa, debilitaron aún más el régimen de Huerta.
El Exilio y la Muerte
Después de abandonar la presidencia en julio de 1914, Huerta se exilió, pasando por varios países, incluyendo Jamaica, España, Inglaterra y finalmente Estados Unidos en 1915. En Texas, intentó regresar a México con el apoyo de exiliados, pero fue arrestado por conspiración contra Estados Unidos.
Huerta murió en la prisión militar de Fort Bliss, Texas, el 13 de enero de 1916, a causa de cirrosis hepática.
La figura de Victoriano Huerta es un recordatorio oscuro de la Revolución Mexicana. Su traición a Madero y su breve mandato como presidente dejaron una huella indeleble en la historia de México. Su gobierno autoritario y represivo sirve como ejemplo de los desafíos que enfrentó México en su búsqueda de la democracia y la justicia social.