En una decisión que ha sacudido al ámbito judicial y a la opinión pública, Vanessa Ballar, conocida como «La Güera», fue liberada el 11 de octubre de 2024 por un tribunal en Morelos. La absolución se produce tras ser acusada de ser la autora intelectual del doble homicidio de los ciudadanos israelíes Alon Azulay y Benyamin Yeshuaron Sutchi, asesinados en 2019 mientras compartían una mesa con ella en un restaurante de la Plaza Artz Pedregal, en la Ciudad de México.
El juez Adolfo González López dictó una sentencia absolutoria, eximiendo a Ballar del cargo de homicidio calificado, en un fallo que ha despertado una oleada de reacciones y críticas. Este caso no solo ha sido un punto de atención por la brutalidad del crimen, sino también por la supuesta conexión de Ballar con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Según informes, se sospecha que la imputada recibió un pago de 20 millones de euros para facilitar el ataque, lo que añade un matiz internacional a un caso que ya de por sí era complejo.
La detención de Ballar se produjo en marzo de 2021 durante un operativo policial en Coyoacán, donde las autoridades la vincularon con el crimen, aumentando la presión pública por justicia ante un ataque coordinado que evidenciaba la influencia de grupos criminales en el país.
La decisión del tribunal plantea interrogantes sobre la efectividad del sistema judicial en México y el manejo de casos que involucran a figuras del crimen organizado. La liberación de «La Güera» no solo es un revés para las víctimas y sus familias, sino también un recordatorio del desafío continuo que representan las redes criminales y su capacidad para operar impunemente en el país.
La controversia persiste mientras la comunidad espera una respuesta clara de las autoridades sobre las implicaciones de esta decisión judicial y sus repercusiones en la lucha contra la impunidad.