La marca de autos eléctricos más popular del mundo, Tesla, ha sido excluida del Salón Internacional del Automóvil de Vancouver 2025 por razones de seguridad. La decisión se tomó en medio de crecientes protestas contra Elon Musk, dueño de la compañía y actual jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) en el gobierno de Donald Trump.
Según Eric Nicholl, director ejecutivo del evento, Tesla fue eliminada de la exhibición porque su presencia representaba un riesgo para la seguridad de los asistentes, expositores y el personal del evento. «Les pedimos que se retiraran voluntariamente, pero como no lo hicieron, tuvimos que tomar la decisión por ellos», afirmó Nicholl.
La tensión no se limita a Vancouver. Recientemente, en Hamilton, Ontario, más de 80 autos Tesla fueron vandalizados, con rayones profundos y neumáticos perforados en un concesionario cerca de Lime Ridge Mall. En London, Ontario, las autoridades también investigan un incendio sospechoso de un Tesla en el estacionamiento de un centro comercial.
Estos actos ocurren en el contexto del movimiento «Tesla Takedown», una serie de protestas en Estados Unidos y Canadá contra Elon Musk y su papel en la política. En ciudades como Nueva York, Tucson y Jacksonville, manifestantes han irrumpido en salas de exhibición de Tesla con pancartas que decían «Quemen un Tesla: salven la democracia» y «No a los dictadores en EE.UU.»
El presidente Donald Trump ha defendido a Musk y ha lanzado una amenaza directa a quienes vandalicen autos de Tesla. En su plataforma Truth Social y en la cuenta oficial de la Casa Blanca en 𝕏 (Twitter), Trump sugirió que los responsables sean enviados a prisiones en El Salvador, en referencia al sistema penitenciario de máxima seguridad del país centroamericano.
Además, Trump respalda el plan de Musk para reducir el tamaño del gobierno federal, lo que ha resultado en el despido de más de 100,000 empleados federales desde enero. Esta política ha generado controversia en varios sectores de EE.UU. y Canadá.
Las tensiones entre Canadá y Estados Unidos también han impactado a Tesla en el ámbito comercial. El pasado 17 de marzo, la alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, anunció que la ciudad retirará los incentivos financieros a Tesla para la compra de vehículos destinados a taxis y servicios de transporte compartido.
La decisión se debe a las medidas arancelarias impuestas por EE.UU. al acero y aluminio, lo que ha afectado la economía de Toronto, ciudad que representa el 25% del PIB de Ontario y facilita alrededor de $123,000 millones de dólares en comercio con EE.UU. cada año.
Elon Musk no ha hecho comentarios directos sobre la exclusión de Tesla del Salón del Automóvil de Vancouver, pero sus problemas siguen acumulándose. Desde la crisis de relaciones entre EE.UU. y Canadá hasta la creciente oposición contra su papel en el gobierno de Trump, la compañía enfrenta un año complicado.
Mientras tanto, las protestas «Tesla Takedown» continúan ganando fuerza, y la pregunta sigue en el aire: ¿seguirá siendo Tesla la marca más influyente del sector automotriz o su relación con la política la llevará a perder su estatus?
