Por Juan Pablo Ojeda
El mundo del cine y los seguidores de Val Kilmer se encuentran de luto tras la muerte del actor estadounidense, reconocido por sus memorables papeles en películas icónicas como Top Gun, Batman Forever y The Doors. Kilmer, quien luchó contra un cáncer de garganta desde 2014 y se recuperó de esta enfermedad, falleció a los 65 años debido a complicaciones de neumonía, según informó su hija Mercedes Kilmer al New York Times.
Nacido en California, Kilmer comenzó su carrera en la actuación como parte del teatro y rápidamente destacó al ser el estudiante más joven aceptado en la prestigiosa escuela Juilliard en Nueva York. Su debut en la pantalla grande llegó en 1984 con la comedia satírica Top Secret!, pero fue en 1986 cuando alcanzó la fama internacional al interpretar a Tom “Iceman” Kazansky en Top Gun. Su rivalidad en la pantalla con Tom Cruise, quien encarnaba a Maverick, consolidó su posición en Hollywood.
A lo largo de los años 90, Val Kilmer se convirtió en una de las grandes estrellas de la época. En 1991, brilló al interpretar al músico Jim Morrison en The Doors, un papel que le valió elogios por su impresionante transformación. Luego, en 1995, asumió el papel de Bruce Wayne/Batman en Batman Forever, sucediendo a Michael Keaton en la franquicia de superhéroes.
Sin embargo, la carrera de Kilmer tomó un giro hacia las producciones menos comerciales a partir de los años 2000, participando en proyectos más pequeños e independientes. A pesar de algunos fracasos comerciales, su talento siempre fue reconocido, aunque no estuvo exento de controversias en los sets de filmación. En el rodaje de La isla del Dr. Moreau, Kilmer tuvo varios desacuerdos con sus compañeros de reparto y directores, pero a pesar de las fricciones, su habilidad actoral nunca fue puesta en duda.
En 2021, su vida fue retratada en el documental Val, que mostró no solo su carrera, sino también el impacto físico del tratamiento para su cáncer, incluyendo la pérdida de su voz original tras una traqueotomía. Ese mismo año, Val regresó brevemente a la pantalla con un cameo como Iceman en Top Gun: Maverick, un emotivo regreso a su rol más famoso que dejó a muchos de sus seguidores con la nostalgia de sus mejores años.
Kilmer también incursionó en la política, mostrando interés en postularse como gobernador de Nuevo México y abogando por temas relacionados con la salud y los derechos religiosos, lo que lo hacía aún más interesante y complejo fuera de las cámaras.
Su legado no solo será recordado por sus papeles en la gran pantalla, sino también por la personalidad única que proyectó en cada proyecto. El actor Josh Brolin, uno de sus colegas, despidió a Kilmer públicamente a través de su cuenta de Instagram, diciendo: «Nos vemos, amigo. Te voy a extrañar. Eras un genio inteligente, desafiante, valiente y súper creativo».
Val Kilmer deja una marca indeleble en la historia del cine, y su partida deja un vacío difícil de llenar en la industria cinematográfica.