Frente a las extorsiones que aquejan a los transportistas en Hidalgo, el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI, Rubén Moreira Valdez, hizo un llamado al gobernador Julio Menchaca a atender esta problemática.
En su programa semanal «Peras, Manzanas y Naranjas», acompañado por el secretario técnico de la bancada revolucionaria, Miguel Ángel Sulub y el analista Mario Di Constanzo, el líder congresista expuso que actualmente el estado atraviesa por una crisis de «cobro de cuotas», en particular en la autopista México -Pachuca, en el tramo que corresponde al municipio de Tizayuca.
El legislador priista detalló que un grupo de manifestantes cerraron la autopista México-Pachuca para presionar al gobernador a atenderlos, a fin de solicitar, de manera inusual, que intervengan para que el crimen organizado no les aumente la cuota ilegal de extorsión que realiza.
Aseveró, “es increíble, los pobres transportistas se quejan de que aumente la cuota de extorsión. Eso es para Kafka”.
Rubén Moreira Valdez agregó que estamos viviendo momentos terribles, “creo que quienes llevan la estadística de inseguridad no le están informando al gobernador».
Cabe mencionar que, en estos días, el gobernador Julio Menchaca presume en su Informe de Gobierno la aplicación de la Ley, sin embargo, el huachicol y la extorsión en carreteras son un gran lastre para quienes habitan ese hermoso estado.
Algunos de los terribles sucesos son el ocurrido el 29 de agosto en Tizayuca, en donde un grupo delincuencial bajó a los pasajeros de un autobús, para luego rociar gasolina al vehículo y prenderlo; igual, el pasado 25 de agosto, un operador del transporte público fue asesinado en la carretera federal por no ceder a la extorsión
Desde abril, los transportistas denunciaron la recepción de constantes mensajes de intimidación en sus celulares, en los que incluso les advierten que “si se les ocurre cerrar carreteras, consideren varios empleados muertos”.
Moreira Valdez recomendó precaución a quienes transitan por las carreteras y demandó que el secretario de Seguridad de Hidalgo se ponga a “jalar” y culmine con la persecución política que lo ha caracterizado.
“En Hidalgo se viven momentos dictatoriales. El Congreso local es cómplice de la violencia en las carreteras y de los crecientes hechos”, sentenció.