Un equipo científico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha realizado un estudio pionero que ha marcado un hito en la investigación sobre la contaminación por microplásticos en nuestro país. Por primera vez en México, los científicos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) reconstruyeron la historia de esta contaminación en la laguna costera Estero de Urías, ubicada en Mazatlán, Sinaloa, una de las más afectadas a nivel global por estos contaminantes.
La investigación, dirigida por la doctora Ana Carolina Ruiz Fernández y el doctor Joan Albert Sánchez Cabeza, ha permitido obtener una visión a largo plazo sobre la contaminación por microplásticos desde 1950, año en el que comenzó la producción industrial masiva de plásticos. Este trabajo es uno de los pocos a nivel mundial que ofrece un panorama histórico sobre el impacto de los microplásticos en los ecosistemas acuáticos.
El Impacto Global de los Microplásticos
Los resultados revelaron que el polímero más abundante en la laguna es el tereftalato de polietileno (PET), conocido comúnmente como el material de las botellas de refresco y agua. La expansión de su uso y su bajo índice de reciclaje explican su prominencia en el ambiente. Además, el análisis realizado en los sedimentos de la laguna, fechados con plomo-210, mostró un aumento exponencial de microplásticos a partir de los años 90, coincidiendo con el acelerado crecimiento de la producción de plásticos a nivel mundial.
El equipo científico explicó que la contaminación en el Estero de Urías es particularmente alarmante debido a la presencia de cuatro plantas tratadoras de aguas residuales que no filtran los microplásticos, junto con la actividad de granjas de camaronicultura que descargan efluentes sin tratamiento adecuado. Esta combinación ha elevado los niveles de contaminación en la laguna a índices preocupantes, los cuales superan a muchos otros lugares del mundo donde se han realizado estudios similares.
Los Efectos sobre la Fauna y los Humanos
Este problema no solo afecta a los ecosistemas marinos, sino que también pone en riesgo la salud humana. Los microplásticos no solo han sido encontrados en la biota de los ecosistemas, sino también en los cuerpos humanos. Se han detectado en pulmones, intestinos, sangre y hasta en el líquido amniótico. Los efectos en la salud, aunque aún desconocidos en su totalidad, representan una amenaza creciente, ya que los microplásticos liberan químicos disruptores endocrinos que afectan la reproducción y el metabolismo de los seres vivos.
El estudio subraya que la laguna Estero de Urías es un sitio de pesca de subsistencia, lo que implica que la contaminación puede acabar en la cadena alimentaria de los pobladores locales, quienes consumen los productos contaminados directamente de los ecosistemas afectados.
Cooperación Regional para un Futuro Más Limpio
El estudio forma parte del proyecto de la Red de Investigación de Estresores Marinos-Costeros en Latinoamérica y el Caribe (REMARCO), una iniciativa regional que busca armonizar los métodos de monitoreo de la contaminación por microplásticos. En este contexto, más de 100 países están colaborando para desarrollar metodologías uniformes que permitan comparar los resultados de las investigaciones y crear soluciones efectivas para mitigar este creciente problema ambiental.
Este esfuerzo conjunto promete transformar el monitoreo ambiental, proporcionando herramientas clave para la gestión sostenible de los ecosistemas marinos y costeros de la región. Con la participación de la UNAM, REMARCO y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), se espera que este estudio impulse acciones globales para frenar la contaminación por microplásticos y, con ello, proteger la salud de los ecosistemas y de las poblaciones humanas.
El Camino por Recorrer
Aunque el estudio ofrece una perspectiva valiosa sobre el impacto de los microplásticos, el equipo científico también está comprometido con la ampliación de estos estudios a otras áreas protegidas de México, como la Laguna de Términos y Marismas Nacionales. Estos nuevos datos permitirán seguir reconstruyendo la historia de la contaminación en ecosistemas vitales para el país, con el objetivo de ofrecer soluciones concretas para restaurar los hábitats afectados y evitar futuros daños irreparables.
La investigación liderada por la UNAM no solo ofrece una visión crucial sobre el estado actual de la contaminación por microplásticos en México, sino que también pone de manifiesto la necesidad urgente de tomar medidas globales y locales para frenar este fenómeno ambiental, cuyo impacto se extiende más allá de lo imaginable.