Ciudad de México – Marko Cortés, presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), ofreció una crítica contundente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, catalogándolo como «el más inepto y corrupto» en la historia mexicana. Según Cortés, después de cinco años, México enfrenta un retroceso en áreas clave como economía, seguridad, salud, educación y transparencia.
Deuda y Despilfarro: Cortés subrayó que el régimen actual ha endeudado a México en más de 5 billones de pesos, superando a los gobiernos anteriores etiquetados como «neoliberales». Afirmó que este endeudamiento se ha malgastado en «obras faraónicas», con una reducción significativa del 40% en el presupuesto de la Secretaría de Salud.
Salario Mínimo y Precarización Laboral: El líder del PAN resaltó la falsa narrativa del gobierno sobre el incremento del salario mínimo, argumentando que oculta una «brutal precarización» del valor del trabajo. Hoy, solo 450 mil de los 60 millones de trabajadores ganan más de cinco salarios mínimos, lo que representa una disminución en el poder adquisitivo y en la economía formal.
Incremento de la Violencia: Cortés criticó duramente la estrategia de seguridad de López Obrador, señalando un incremento del 100% en homicidios dolosos comparado con el sexenio anterior. Con 173 mil asesinatos reportados, calificó este periodo como «el más sangriento de la historia».
Promesas Incumplidas en Petróleo: El dirigente del PAN también abordó la promesa incumplida de López Obrador de elevar la producción petrolera a 2.5 millones de barriles diarios. Según Cortés, a pesar de las inyecciones financieras masivas en Pemex, la producción ha continuado cayendo.
Optimismo hacia el Futuro: A pesar del panorama desalentador, Cortés manifestó optimismo con la próxima administración de Xóchitl Gálvez. Prometió un gobierno que mejorará el ingreso real, reducirá la informalidad laboral, ofrecerá capacitación frente a la automatización y fortalecerá el sector salud.
Conclusión: Marko Cortés concluyó que el gobierno de López Obrador ha estado marcado por el fracaso en cumplir sus promesas y en el manejo de los asuntos cruciales del país. En contraste, promete un cambio radical con la llegada de Xóchitl Gálvez, enfocándose en la recuperación económica, el crecimiento de la clase media y una distribución más equitativa de la riqueza.