Quince meses después de la devastadora implosión del submarino Titan durante una expedición a los restos del Titanic, la Guardia Costera de Estados Unidos ha dado a conocer información crucial en las audiencias para esclarecer el trágico accidente. Entre los nuevos detalles se encuentran la primera imagen del naufragio y los últimos mensajes enviados desde el sumergible antes de su fatídico hundimiento, que demuestran que ninguno de sus pasajeros tenía conocimiento previo de la catástrofe inminente.
El submarino Titan partió de la nave nodriza Polar Prince el 18 de junio de 2023, con el objetivo de explorar los restos del legendario Titanic a una profundidad de aproximadamente 3,800 metros. A bordo viajaban cinco personas: Stockton Rush, fundador y director de OceanGate Expedition; el empresario Shahzada Dawood y su hijo de 19 años, Suleman Dawood; el aventurero Hamish Harding; y el buzo francés Paul-Henri Nargeolet.
Durante el descenso, los ocupantes del Titan mantenían comunicación constante con la tripulación del Polar Prince mediante mensajes de texto. A las 9:53 a.m., la tripulación del Polar Prince preguntó si podían ver su barco en la pantalla del submarino. La respuesta fue un breve “Todo bien por aquí dentro”, enviada por una persona identificada como «PH», que la Guardia Costera presume era Nargeolet. En ese momento, el Titan había alcanzado una profundidad de 2,275 metros, aún lejos del objetivo de explorar el Titanic.
Las comunicaciones continuaron hasta las 10:47 a.m., cuando el Titan notificó haber dejado caer dos pesos. Apenas minutos después, el sumergible implosionó a una profundidad de 3,346 metros, truncando cualquier posibilidad de rescate. La Guardia Costera ha revelado la primera imagen del naufragio, mostrando los restos del submarino en el fondo marino, una escena que refleja el trágico final de esta misión.
En las audiencias celebradas en Carolina del Sur, Tony Nissen, exdirector de ingeniería de OceanGate, fue el primero en testificar. Nissen reveló que sentía una fuerte presión para iniciar las operaciones del Titan y que, a pesar de sus reservas sobre la seguridad del sumergible, fue despedido antes de poder oponerse de manera efectiva. Además, Nissen mencionó que en 2018, un rayo alcanzó al Titan durante una misión de prueba, lo que pudo haber dañado su casco, aunque el sumergible pasó por varias pruebas y ajustes posteriores.
Bonnie Carl, exdirectora financiera de OceanGate, también testificó, denunciando que los llamados “especialistas en misiones” eran, en esencia, clientes adinerados sin la cualificación adecuada, lo que refleja una falta de rigor en las medidas de seguridad implementadas por la compañía.
El naufragio del Titan no solo resultó en la pérdida de cinco vidas, sino que también ha generado un intenso escrutinio sobre las prácticas de seguridad de OceanGate y la viabilidad de futuras expediciones similares. Las familias de las víctimas, así como la comunidad científica y de exploración submarina, enfrentan una profunda pérdida y buscan respuestas que puedan prevenir tragedias similares en el futuro.
El capitán Jason Neubauer de la Oficina de Investigaciones de la Guardia Costera declaró: “No hay palabras para aliviar la pérdida que han sufrido las familias afectadas por este trágico incidente. Pero esperamos que esta audiencia ayude a arrojar luz sobre la causa de la tragedia y evitar que algo así vuelva a suceder.”
La revelación de los últimos momentos del submarino Titan y la primera imagen del naufragio representan un paso importante en la comprensión de lo que ocurrió durante esta fatal expedición. A medida que avanza la investigación, queda claro que la seguridad en las exploraciones submarinas debe ser una prioridad indiscutible para evitar futuras tragedias y honrar la memoria de aquellos que perdieron la vida en busca de descubrimientos históricos.