¿Qué pasa si las pisan?
En realidad no pasa nada, solo se activan cuando la presión es mayor a 800 kilos.
¿Te atreverías a pasar por ahí…?
Apenas se las ve, si se camina sin mirar al suelo. Pero, decenas de minas antitanque, del porte de un plato grande, están escondidas en un terreno fangoso que bordea un riachuelo del norte de Kiev.
Cinco están a la vista y son como discos de un verde oliva coronados por inquietantes platillos marrones que son los que provocan la detonación. Y bajo los matorrales, sin duda se esconden más.
Pese a todo, un pequeño equipo de desactivadores se desplaza con desconcertante facilidad a través de este campo de minas cercano a Brovary, una ciudad de unos 100.000 habitantes de los alrededores de Kiev.
Una de las minas está lista para estallar: los desminadores encienden una mecha, se retiran a una distancia de seguridad, mientras crece la humareda.
Entonces, se produce la explosión: una violenta bola de luz, una onda de choque que golpea como un puñetazo en el pecho, y luego un horrible ruido sordo. Una mina de menos en este inmenso campo.
A finales de marzo, Rusia se retiró de la región de Kiev, cambiando de «objetivo prioritario» para intentar tomar el control del este de Ucrania.
Las tropas ucranianas recuperaron las ciudades ocupadas en las primeras semanas de la invasión lanzada el 24 de febrero, pero la guerra ha dejado sus huellas.