Por Juan Pablo Ojeda
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha propuesto una serie de medidas para avanzar hacia la paz en medio del conflicto con Rusia. En una declaración reciente, Zelensky sugirió que uno de los primeros pasos hacia un acuerdo de paz sería la liberación de todos los prisioneros y una tregua en los ataques aéreos y marítimos, incluidos los bombardeos sobre infraestructuras energéticas. Esta propuesta subraya el esfuerzo de Ucrania por reducir las hostilidades y abrir espacio para la negociación.
A su vez, Zelensky reafirmó la disposición de Ucrania para firmar, «en cualquier momento y en cualquier formato que sea conveniente», el acuerdo económico propuesto por Washington, que implicaría que Kiev contribuya con sus recursos naturales a un fondo de inversión común, controlado mayoritariamente por Estados Unidos, para la reconstrucción del país. Esta propuesta busca garantizar la financiación de la reconstrucción ucraniana, aunque también ha generado inquietud sobre la soberanía de Ucrania y su dependencia de la ayuda extranjera.
Por otro lado, Ucrania ha comenzado a explorar alternativas a la ayuda militar que ha recibido de Estados Unidos, especialmente tras los rumores de una posible interrupción de la asistencia estadounidense. El Kremlin celebró la decisión de Washington de frenar los envíos de armamento, interpretando la medida como un paso hacia el forzamiento de Ucrania a aceptar un proceso de paz. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó que la suspensión de los envíos de armamento sería «la mayor aportación a la causa de la paz» que podría hacer Estados Unidos bajo la administración Trump.
En respuesta, Mijailo Podoliak, asesor del presidente ucraniano, informó que Ucrania ya está evaluando las opciones disponibles para sustituir los suministros de armamento estadounidenses, buscando producirlo en colaboración con sus socios europeos o adquirirlo de otros países. Las autoridades ucranianas también han mantenido conversaciones con varias naciones de Europa para explorar nuevas fuentes de armamento, en un intento por diversificar sus apoyos en caso de que la ayuda de Estados Unidos se vea interrumpida.
Mientras tanto, el primer ministro ucraniano, Denís Shmigal, expresó su confianza en que el apoyo de Estados Unidos continuará, y subrayó la disposición de Ucrania para seguir cooperando con Washington. Sin embargo, otros miembros del gobierno ucraniano, como el diputado Fedir Venislavski, advirtieron que Ucrania podría resistir durante al menos seis meses con los recursos actuales, aunque la falta de apoyo adicional de Estados Unidos complicaría la situación.
El apoyo europeo sigue siendo crucial para Ucrania. En particular, Zelensky destacó en sus comunicaciones recientes la importancia de Alemania como proveedor clave de sistemas de defensa aérea y su contribución fundamental a la estabilidad financiera de Ucrania. Durante una llamada telefónica con Friedrich Merz, líder conservador alemán, Zelensky acordó seguir trabajando juntos, en caso de que Merz sea investido como canciller, para continuar con el apoyo a Ucrania en la guerra.
La incertidumbre sobre la ayuda estadounidense ha llevado a Ucrania a fortalecer sus lazos con sus aliados europeos y a buscar alternativas ante el posible cierre del flujo de asistencia de Washington. Con la situación tan volátil, Ucrania se enfrenta a un reto de largo plazo para asegurar su defensa y reconstrucción, mientras mantiene abiertas las puertas al diálogo con Rusia, en un esfuerzo por alcanzar la paz.