Las mascotas son más que simples compañeros: juegan un rol fundamental en el tratamiento de trastornos psicosociales como la ansiedad y la depresión. Según la Secretaría de Salud (SSA), las mascotas ayudan a superar miedos, traumas y fobias mediante el afecto y el acompañamiento constante. Las interacciones diarias con una mascota aportan beneficios físicos, sociales, emocionales y psicológicos a quienes padecen enfermedades mentales graves.
Un estudio piloto de la Universidad de Toledo reveló que los animales de apoyo emocional son beneficiosos para la salud mental, con participantes que experimentaron una notable disminución en los síntomas de depresión y ansiedad. A diferencia de los animales de servicio, que realizan tareas específicas, los animales de apoyo emocional brindan beneficios emocionales generales y no requieren entrenamiento especial, aunque sí una certificación médica que justifique su necesidad.
Hugo Sánchez, investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, destaca que la terapia con animales puede inducir cambios significativos a nivel cerebral e incluso hormonal. Los adultos mayores se benefician especialmente, recuperando motricidad y adquiriendo una renovada sensación de utilidad.
Sin embargo, el estigma asociado a la salud mental en México sigue siendo un obstáculo significativo para la adopción de terapias con animales. Muchas personas todavía ven a perros y gatos solo como mascotas, sin reconocer su potencial terapéutico. A medida que este estigma se reduce, es crucial reconocer y fomentar el papel de los animales de apoyo emocional en la mejora de la calidad de vida de las personas afectadas por enfermedades mentales.