En su discurso inaugural como presidente de Estados Unidos, Donald Trump reiteró su promesa de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, una propuesta que ha generado tanto ovaciones como burlas. Entre los asistentes a la investidura, la reacción de Hillary Clinton no pasó desapercibida, ya que la exprimera dama y excandidata presidencial se rió abiertamente ante la declaración de Trump.
Trump afirmó que Estados Unidos «reclamará su lugar como la nación más grande, más poderosa y respetada, inspirando temor y admiración en todo el mundo». En este contexto, anunció su intención de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, una idea que ya había planteado anteriormente en una conferencia de prensa en Mar-a-Lago.
La reacción de Hillary Clinton, quien asistió a la ceremonia junto a su esposo, el expresidente Bill Clinton, se volvió viral en redes sociales. Su risa y expresión de incredulidad capturaron la atención de las cámaras y rápidamente se convirtieron en un tema de conversación en internet.
Aunque Trump puede intentar cambiar el nombre a nivel nacional a través de la Junta de Estados Unidos para Nombres Geográficos (BGN), a nivel internacional, la delimitación fronteriza está definida por la Organización Hidrográfica Internacional (IHO) y reconocida por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue tajante al respecto, señalando que el nombre del Golfo de México es reconocido por Naciones Unidas. En tono burlón, propuso que a una parte de Estados Unidos se le llame «América Mexicana».