En un movimiento que ha sacudido los cimientos del gobierno federal, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha instado a su asesor de eficiencia gubernamental, Elon Musk, a ser aún más agresivo en sus esfuerzos por reducir el tamaño del gobierno. Musk, conocido por su enfoque implacable, ha despedido a miles de trabajadores del gobierno federal, desde científicos hasta guardaparques, en un intento por cumplir con la visión de Trump de un gobierno más eficiente y menos costoso.
Trump, en su plataforma Truth Social, elogió a Musk por su trabajo, pero dejó claro que espera aún más. «Elon está haciendo un gran trabajo, pero me gustaría verlo más agresivo», escribió Trump en mayúsculas. «Recordad, tenemos un país que salvar, pero en última instancia, que hacer más grande que nunca. MAGA!»
El Departamento de Eficiencia Gubernamental de Musk, conocido como DOGE, ha sido el encargado de llevar a cabo estos recortes masivos. Desde su creación, DOGE ha eliminado miles de puestos de trabajo y ha recortado gastos en múltiples agencias federales. Los críticos argumentan que estos recortes están afectando negativamente a los servicios esenciales y poniendo en riesgo la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
El impacto de estos recortes ha sido profundo. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), por ejemplo, ha visto reducida su plantilla de más de 10,000 empleados a solo unos pocos cientos. El Departamento de Defensa también ha recibido instrucciones para reducir su fuerza laboral civil en al menos un 5%2. Incluso el Departamento de Educación ha visto cancelados contratos por valor de cientos de miles de millones de dólares.
A pesar de las críticas y los desafíos legales, Musk y Trump defienden sus acciones como necesarias para equilibrar el presupuesto federal y eliminar el despilfarro y la corrupción. «Estamos hablando de cosas grandes, pero él está bajo un microscopio bastante grande. Quiero decir, todo el mundo lo está observando», dijo Trump en una entrevista.
El futuro de estas reformas sigue siendo incierto, pero una cosa está clara: Trump y Musk están decididos a transformar el gobierno federal, cueste lo que cueste.